Si no se somete a cuidados, beber agua de lluvia puede ser peligroso debido a la alta carga de agentes químicos que tiene actualmente.
Muy Interesante
Conviene que cuando caiga agua de los cielos no hagas intento alguno por beberla. Según expertos en la materia, la lluvia de todo el mundo contiene peligrosos químicos, algunos de ellos relacionados con enfermedades como el cáncer. Actualmente beber agua de lluvia conlleva ciertos riesgos para la salud, si se hace de forma inmoderada.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) hacen una lista extensa de todo lo que el agua de lluvia puede traer consigo: desde excremento de pájaros, hasta hojas muertas o insectos.
Por otro lado, el agua de lluvia que se recoge de un tejado o tuberías de desagüe en mal estado, puede contener materiales tóxicos como el amianto, el plomo y el cobre que son dañinos para la salud.
El problema de los PFAS
El principal problema con el agua de lluvia de todo el mundo es que se han encontrado niveles peligrosos de PFAS artificial, que están relacionados con el cáncer, problemas de comportamiento, aumento del colesterol, problemas de infertilidad y complicaciones del embarazo, entre otros padecimientos.
Las sustancias de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS) llegan al medio ambiente a través de las emisiones industriales, aguas residuales o transferencia de envases.
Se usan para fabricar espumas contra incendios, revestimientos antiadherentes en sartenes y textiles, entre muchos usos más. Los PFAS engloban más de 1.400 sustancias y productos químicos de origen humano.
Diversos estudios que reúnen muestras de agua de lluvia de todo el mundo, revelan que los PFAS siguen siendo abundantes. Éstos se encuentran en concentraciones superiores a las directrices de seguridad establecidas por la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) y otros organismos reguladores similares en otros países, según reporta Live Science.
Sin embargo, hay que ser precisos: el nivel de daño de los contaminantes puede variar según el lugar donde se viva; asimismo, el riesgo de enfermedad depende en gran medida de la cantidad de agua de lluvia que se beba.
Un sistema de recolección limpio en el cual se esteriliza adecuadamente el agua de lluvia, puede eliminar la mayoría de las impurezas; sin embargo, tienen que ser procesos realmente seguros y manejados por expertos.
Incluso si el agua de lluvia se trata adecuadamente, no hay garantía de que los PFAS se eliminen. Los PFAS también pueden encontrarse en niveles bajos en el agua potable de grifos y botellas, aunque a menudo en niveles seguros.
Sobre todo en países en vías de desarrollo, el impacto de los PFAS será probablemente mayor, ya que en estos territorios viven millones de personas que dependen del agua de lluvia como única fuente de agua potable.