Se espera que los principales funcionarios financieros occidentales expongan su plan para establecer un tope en el precio del petróleo ruso esta semana mientras presionan para elaborar una política viable antes de la fecha límite de diciembre, reveló The Wall Street Journal.
El diario dijo que los Ministros de Finanzas del Grupo de las Siete se reunirán virtualmente el viernes, cuando se espera que publiquen un respaldo al plan de tope de precios y se comprometan a finalizar su implementación, según personas familiarizadas con el asunto.
El anuncio esperado abre un nuevo frente en los esfuerzos de Occidente, hasta ahora en gran medida infructuosos, para exprimir los ingresos energéticos de Rusia, ya que la guerra en Ucrania no muestra signos de disminuir. Aún así, los funcionarios están lidiando con varias preguntas complejas sobre cómo funcionaría el precio máximo.
El petróleo y el gas siguen siendo una gran fuente de ingresos para Rusia y representan alrededor de la mitad de los ingresos presupuestarios del país. Los funcionarios occidentales han estado trabajando durante meses para encontrar una manera de reducir esos flujos financieros mientras mantienen suficiente petróleo ruso en los mercados globales para evitar un nuevo salto en los precios de la energía, que ya son altos.
Según el plan que los funcionarios han estado discutiendo este verano, las naciones del G7 prohibirían financiar y asegurar los envíos de petróleo ruso a menos que el petróleo se venda por debajo de un precio establecido. Los países representan poco más del 30 por ciento de la economía mundial, según el Fondo Monetario Internacional, y aseguran más del 90 por ciento del tráfico marítimo mundial, según Bruegel, un grupo de expertos.
«Nuestro objetivo aquí es crear una estructura de permisos que permita el flujo de petróleo ruso pero reduzca sus ingresos», dijo el miércoles el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en una entrevista.
El Journal indicó que entre los detalles clave que aún se están discutiendo está el precio al que se establecería el tope.
Los funcionarios están tratando de encontrar un equilibrio entre limitar los ingresos de Rusia y mantener un incentivo para que Rusia venda su petróleo. El petróleo se negoció ayer en Nueva York a alrededor de 90 dólares por barril. El crudo ruso ya se vende con un descuento de más de 20 dólares por barril por debajo de los puntos de referencia mundiales, según los analistas.
El plan de precios máximos también se aplicaría a los productos derivados del petróleo, como el fuel oil, otra importante exportación rusa, según personas familiarizadas con el plan, destacó el diario.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, comenzó a impulsar la idea de un tope de precios esta primavera en medio de la preocupación de que un plan de la Unión Europea, aprobado en junio, para prohibir la importación y el seguro de la mayor parte del petróleo ruso podría hacer que los precios subieran rápidamente.
Advirtió que el plan de la UE podría aumentar la inflación y enviar a la economía mundial a la recesión, al tiempo que garantiza que el Kremlin pueda compensar los menores volúmenes de ventas de petróleo a través de precios más altos.
Los funcionarios europeos dudan que el plan tenga un impacto importante en los precios. Altos funcionarios del Tesoro creen que los mercados subestiman el impacto que la prohibición de la UE podría tener en el precio mundial del petróleo, con estimaciones internas que muestran que el precio del crudo podría subir a aproximadamente a 140 dólares por barril.
Aún así, persisten diferencias importantes dentro del G7 sobre la propuesta. Los funcionarios tienen puntos de vista diferentes sobre cuántos países fuera del G7 deben firmar el tope de precios para que funcione.
