El fósil de una nueva especie hallada en Brasil tiene un misterio por resolver: su dieta.
Berthasaura leopoldinae ha sido el nombre científico que ha recibido una nueva especie de dinosaurio descubierta en Brasil. Vivió en la actual Sudamérica hacia mediados del Cretácico, hace entre 120 y 100 millones de años. La especie forma parte de la familia de los terópodos, dinosaurios bípedos entre los que se incluyen depredadores como Tyrannosaurus rex y Velociraptor. Y he aquí la problemática con este nuevo fósil: tenemos extendida una imagen de los terópodos como cazadores con dientes poderosos para desgarrar a sus presas. Pero Berthasaura no tiene dientes. ¿Qué comía este dinosaurio?
Una duda todavía por resolver
“Para averiguar la dieta de un animal antiguo, los científicos suelen recurrir a un puñado de técnicas y herramientas. Una de ellas consiste en examinar los isótopos estables que dejan los alimentos en los dientes fosilizados, algo imposible en el caso de Berthasaura. Otra crea un modelo preciso en 3D del cráneo del animal para ver cómo se habría movido al morder, desgarrar o masticar posibles alimentos. Pero como los huesos de Berthasaura se encontraron desarticulados, esto tampoco es posible”.
Es por ello que la dieta de Berthasaura sigue siendo un tema debatido entre los especialistas, incluso entre los miembros del mismo equipo de investigación que han publicado el estudio sobre este nuevo dinosaurio. Algunos creen que fue herbívoro, otros carnívoros y no faltan los que apuestan por una dieta omnívora.
El fósil fue hallado en unas expediciones paleontológicas entre los años 2011 y 2014. Los restos aparecieron en la Formación Goio Erê, en el estado de Paraná, al sur de Brasil. El yacimiento recibe el nombre de Cementerio de Pterosaurios debido a la gran cantidad de fósiles que se han encontrado de este reptil volador.
Sin embargo, la descripción de la nueva especie de dinosaurio descubierta no se publicó hasta finales de 2021, cuando el equipo de científicos publicó los resultados en la revista “Scientific Reports”. Los años transcurridos han sido fruto del arduo trabajo que ha requerido este rompecabezas en forma de fósil. Y todo ello, a pesar de su excepcional nivel de conservación. El fósil holotipo está formado por partes del cráneo y mandíbula, columna vertebral, huesos pectorales y extremidades delanteras y traseras. Esto hace de Berthasaura leopoldinae uno de los fósiles más completos de la historia de la paleontología brasileña.

La ausencia de dientes
Berthasaura leopoldinae tenía un pico desdentado. Cuando fue analizado, los especialistas pensaron en Limusaurus inextricabilis, otro terópodo sin dientes que fue descubierto en el noroeste de China. Este dinosaurio cuenta con una antigüedad de entre 161 y 156 millones de años y la investigación de la especie en base a varios fósiles ha podido confirmar que este dinosaurio nacía con dientes, pero los perdía durante su adolescencia. En cambio, la presencia de cartílagos en los huesos craneales de Berthasaura leopoldinae, lleva a pensar que el fósil podría ser de una cría. Por lo tanto, parece que Berthasaura no tenía dientes en ningún momento de su vida. Para Alexander Keller, director del Museo Nacional de Brasil, que participó en el equipo de investigación, el hallazgo ha abierto una nueva perspectiva en el estudio de los terópodos:
“El hecho de que ahora tengamos este dinosaurio sin dientes significa que tenemos que repensar la pérdida evolutiva de los dientes para todos los dinosaurios de este grupo. Es un descubrimiento que va a cambiar la forma de pensar y lo que sabemos sobre estos animales”.
Con todo, la ausencia o no de dientes no es significativa para adjudicar un tipo de dieta concreta al nuevo dinosaurio. Aunque Berthasaura leopoldinae tiene un pico muy corto y romo, algo inusual en especies carnívoras, los especialistas sospechan que pudo ser un omnívoro, capaz también de desgarrar la carne de sus presas tal y como hacen los cuervos actuales.
Su nombre homenajea a mujeres científicas
Las características de Berthasaura leopoldinae hacen de este espécimen un animal singular que aporta una información novedosa acerca de la evolución de los dinosaurios y podría ser fundamental para entender cómo pasamos del morro dentado de los dinosaurios al pico de las aves.
Pero Berthasaura leopoldinae tiene otro rasgo distintivo. El nombre del género es en honor de Bertha Lutz, una destacada científica brasileña que luchó por el sufragio femenino. Y el nombre de la especie es en deferencia a María Leopoldina, la primera emperatriz brasileña que defendió el estudio y divulgación de las ciencias naturales. Estamos ante uno de los pocos dinosaurios que reciben su nombre en honor a mujeres:
“Es un mensaje importante que podría inspirar a nuevas científicas a incorporarse a estos campos, y en particular al estudio de los dinosaurios”.