Emilio Zebadúa se apresta a declarar contra Rosario Robles, con quien tiene nexos al menos desde 2002, cuando ella fue presidenta nacional del PRD, cargo al que renunció en medio de acusaciones de manejos fraudulentos de recursos.
De 2012 a 2018, Zebadúa se convirtió en el operador financiero de Robles en las Secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y en la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), desde donde se ejecutó la llamada Estafa Maestra, que implicó un desfalco por más de 5 mil millones de pesos del erario.
Ahora, a sus 59 años de edad, el abogado de la UNAM y economista del ITAM, con doctorado en Harvard, es investigado por la Fiscalía General de la República (FGR), por su presunta participación en la firma de contratos irregulares y falsificación de firmas para celebrar falsos convenios con empresas y universidades de varios estados del País.
Desde el encarcelamiento de Robles en agosto de 2019, Xavier Olea, su entonces abogado, consideró que Zebadúa podría correr la misma suerte que ella.
«En esta carpeta de investigación, ahora causa penal, es parte el señor Zebadúa, pero tiene un amparo que le impide a la FGR solicitar audiencia por lo que hace a él», explicó.
«Pero bueno, tarde o temprano ese amparo dejará de surtir efecto y, con el resultado de hoy, les puedo asegurar que el señor Zebadúa también será vinculado a proceso».
Sin embargo, una serie de amparos y una especie de cerco protector gestionado en tribunales chiapanecos ha impedido, hasta ahora, llamar a cuentas al ex funcionario.
Por el momento, la FGR no ha logrado obtener ninguna orden de aprehensión y ni siquiera de presentación para que declare ante los juzgados.
El año pasado, tras la detención de Robles, Juan Manuel Portal, ex Auditor Superior de la Federación (ASF), sostuvo que Zebadúa estuvo al frente de la trama de la Estafa Maestra.
«(Zebadúa) es el responsable número uno de la operación», dijo.
En febrero de este año, al desahogar una testimonial ante la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, el ex titular del órgano fiscalizador reiteró que Zebadúa era el responsable de todos los manejos.
«Su Oficial Mayor (Emilio Zebadúa), le manejaba todo (a Robles)», expresó.
De acuerdo con las declaraciones de varios ex servidores públicos que han comparecido en el caso, los contratos irregulares pasaron por las oficinas públicas y privadas del ex funcionario.
Además de involucrar a una red de 11 servidores públicos en esa operación, en noviembre de 2018 se desató otro escándalo vinculado con Zebadúa.
Su chofer, Roberto Gómez Morales, compró un rancho de 42 hectáreas en Chiapas, en el que invirtió 20 millones de pesos, en un lapso de dos años, a pesar de que su salario ascendía a unos 63 mil pesos mensuales.
Nexos perredistas
Los vínculos entre Zebadúa y Robles datan de hace años 20 años.
José Ramón Zebadúa, hermano de Emilio, se desempeñó como secretario de Finanzas del PRD, cuando Robles se convirtió en presidenta de ese partido.
Durante su gestión, entre 2002 y 2003, se registró un escándalo por manejos fraudulentos de recursos, que derivaron la aplicación de multas y hasta denuncias penales.
En agosto de 2003, Robles se vio obligada a dejar el cargo.
Antes de salir, presentó un informe financiero que obligaba al partido del sol azteca a pagar una deuda de 259 millones de pesos con varias instituciones bancarias.
Los créditos, contratados por el hermano de Zebadúa, provocaron la quiebra en las finanzas perredistas, lo que obligó a hipotecar nueve edificios de su propiedad -entre ellos su sede nacional de entonces, ubicada en Monterrey 50-, y suspendió temporalmente el pago a sus proveedores durante 2003 y 2004.
Las empresas Docuprint Digital Center, Abastecedora Comercial, Universal Flexo y Jumen iniciaron un juicio mercantil, en reclamo del pago de los adeudos vencidos.
Tras el escándalo y el desfalco, Robles abandonó las filas del PRD en marzo de 2004.
Pero el litigio, heredado a las siguientes dirigencias, llevó a un juez civil a decretar el embargo de tres cuentas bancarias del PRD durante 2006.
Una investigación dejó al descubierto que las supuestas compras amparadas en facturas presentadas por esas empresas nunca se realizaron. Los pagarés llevaban la firma del hermano de Zebadúa.
Chiapas y la maestra
En su trayectoria pública, Emilio Zebadúa ha operado y colaborado para otros polémicos personajes políticos que han terminado en la cárcel en medio de escándalos de corrupción.
En 1996, Emilio Zebadúa fue consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral (IFE), que organizó las elecciones presidenciales del año 2000.
Entre 2001 y 2003, se desempeñó como Secretario de Gobierno de Chiapas, durante la gubernatura del aliancista Pablo Salazar Mendiguchía.
El ex Mandatario fue detenido y encarcelado en junio del 2011, por los presuntos delitos de peculado, ejercicio indebido del servicio público, abuso de funciones públicas, abuso de autoridad y asociación delictuosa. Actualmente, se encuentra en libertad.
En 2003, tras dejar su cargo en el Gobierno chiapaneco, Zebadúa se convirtió en diputado plurinominal del PRD.
Durante su encargo, fungió como asesor de Mari Carmen Ramírez, esposa del Gobernador de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, y candidata a sucederlo en el cargo. La perredista quedó en tercer lugar.
En 2006, el PRD decidió postular a Juan Sabines para la gubernatura de Chiapas, lo que provocó la renuncia de Zebadúa a las filas de ese partido.
Entonces fue rescatado por Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE, quien lo convirtió en candidato del Partido Nueva Alianza al Gobierno del Estado.
Sus aspiraciones duraron poco, ya que en agosto de ese año declinó a favor del candidato del PRI, José Antonio Aguilar Bodegas, que fue derrotado en la contienda.
Gordillo colocó entonces a Zebadúa como presidente de la Fundación para la Cultura del Maestro del SNTE, desde donde realizó publicaciones sobre temas educativos, participó en foros en representación de la propia lideresa y defendió a la cuestionada organización.
Cercanos a la maestra aseguran que el político aficionado a los puros cubanos terminó distanciándose por «motivos financieros».
En febrero de 2013, Gordillo fue detenida en el aeropuerto de Toluca, acusada por presunto desvío de recursos públicos. Actualmente se encuentra en libertad.
Cerca FGR a Rosario Robles
La Fiscalía General de la República (FGR) ha reforzado el cerco contra Rosario Robles a través de los testimonios de sus ex colaboradores
En el caso de Emilio Zebadúa, en septiembre pasado, al responder la acusación de la FGR, Rosario Robles ofreció el testimonio de su ex colaborador como una de sus pruebas de descargo para el juicio.
Para entonces, la ex funcionaria detenida desde 2019, probablemente no tenía conocimiento de que Zebadúa buscaría incluso declarar en su contra.
Si bien ella puede optar por cancelar este medio de prueba, la FGR puede intentar ofrecerla en una futura etapa del procedimiento, aún cuando no la haya contemplado en su acusación.
El pasado lunes la ex funcionaria difundió una carta en la que ya hablaba de que la Fiscalía estaba en pláticas con algunos implicados en la Estafa, para ofrecerles beneficios legales.
«Tengo información confiable de que (funcionarios de la FGR) se han reunido con ex colaboradores ofreciendo impunidad a cambio de que declaren lo que ellos necesitan», dice en la misiva.
De acuerdo con fuentes allegadas al caso, son al menos tres ex colaboradores de Robles los que ya rindieron sus declaraciones ante la Fiscalía, como parte de la negociación para conseguir el criterio de oportunidad.
En el caso de Zebadúa, pieza clave en la «Estafa Maestra», ofreció hacerse testigo protegido para revelar el papel de su ex jefa, Rosario Robles, pero también del ex Presidente Enrique Peña, como artífices del desfalco por más de 5 mil millones de pesos, presuntamente desviados para campañas electorales del PRI.