A la enemistad entre Carlos Chávez (1899-1978) y Silvestre Revueltas (1899-1940), idea que ha persistido en el ambiente musical, se opone una serie de grabaciones inéditas que apuntaría a que esa animadversión carece de fundamento.
El investigador Theo Hernández reunió esas grabaciones que prueban una amistad y el respaldo de Chávez, quien fue el primer director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a la carrera de Revueltas como compositor.
«Tenemos pruebas sólidas de la historia en la cual se relata esta enorme amistad de Chávez y Revueltas«, asegura Hernández en entrevista, y para sostenerlo, además de las grabaciones, se apoya en el testimonio de la historiadora Eugenia Revueltas, hija del compositor.
Revueltas regresó a México en 1929, después de un largo periodo de formación en Estados Unidos como violinista, director y compositor. Ambos músicos se conocieron en 1925, cuando Revueltas vino a México en unas breves vacaciones para visitar a su familia.
«Chávez, que era un gran organizador y desde joven trabajó con instituciones, trae a Revueltas de Estados Unidos a México y lo hace participar en actividades aquí y lo impulsa para que se dedique definitivamente a ser compositor», añade Hernández.
De acuerdo con el relato de Chávez, él instó a Revueltas en repetidas ocasiones a que se iniciara como compositor e incluso lo invitó a su taller de creación en el Conservatorio Nacional.
Pero en el libro Canto roto. Silvestre Revueltas (FCE/UNAM), Julio Estrada contradice el argumento de que Chávez lo inicia en la actividad formal de componer ya que conoció obras de Revueltas anteriores a 1929.
Plantea como una idea pendiente «revelar el nudo» de la difícil relación entre ambos compositores. Escribe que «la amistad germinal de ambos colegas termina con una rivalidad adversa» que no acaba con la muerte de Revueltas en 1940 sino con el deceso de Chávez en 1978.
El posible conflicto se origina con la música de la película Redes (1935), aunque no hay documentación administrativa que demuestre que Chávez escribiría la música, era asumido por todos que así sería, sin embargo, sin previo aviso, se le da el encargo oficial a Revueltas, expone Leonora Saavedra en Marxismo y socialismo en Redes«, artículo publicado en la revista Istor.
Estrada aporta otro dato en su libro: Antonio Castro Leal, quien estaba al frente de Bellas Artes en 1934 le aclara detalles del conflicto al biógrafo de Chávez, Robert L. Parker, en 1980, ya muerto el compositor de la Sinfonía India: «Chávez no programó ninguna música de Revueltas después de 1935 hasta la muerte de este último en 1940. Hizo una activa campaña para que se le asignara el encargo de escribir la partitura para la película Redes, pero perdió frente a Revueltas«.
Castro Leal habría dado el encargo a Revueltas para que Chávez no se distrajera de escribir la música para inaugurar el Palacio de Bellas Artes.
Antes de la ruptura, entre 1924 y 1934, Chávez y Revueltas se aliaron «para avanzar juntos y compartir el proceso renovador del medio musical mexicano», según escribe Estrada.
Hernández discrepa y sostiene que la generación posterior a Revueltas formó una leyenda de enemistad que «lamentablemente» ha durado mucho tiempo, que conviene superar y hacerlos convivir a través de su música.
Con esa premisa, el investigador del catálogo de Música de Concierto de la Fonoteca Nacional emprendió el proyecto, con apoyo de la familia Chávez, para reunir grabaciones inéditas en el disco compacto Carlos Chávez y Silvestre Revueltas únicos.
Es fruto de un trabajo de investigación y restauración de algunos soportes a lo largo de más de tres años.
Contiene Prometeo, una cantata de Chávez de 1956, basada en la tragedia de Esquilo en la versión traducida y versificada al inglés por Robert Calverly Trevelyan. Se trata del estreno mundial en el Cabrillo Music Festival Orchestra, de 1972, con la batuta de Chávez, quien también fue director de este festival de 1970 a 1973.
«Es la única grabación que existe de esta obra, nunca más se ha vuelto a hacer», resalta Hernández, sobre esta grabación entregada a la Fonoteca Nacional por el pianista Tonatiuh de la Sierra.
Incluye dos obras de Revueltas, estrenadas en 1960, al cumplirse 20 años de su muerte, por la Orquesta Sinfónica de Guadalajara dirigida por José Ives Limantour.
Se trata de Fanfarria y canto de guerra, escrita por el compositor duranguense a raíz de su experiencia en la Guerra Civil española (1936-1939) con el propósito de motivar a los combatientes.
Y de Horas de junio, a partir del poemario del tabasqueño Carlos PellicerHora de junio, cuya voz se escucha en la grabación. Una obra que Hernández juzga de una «modernidad enorme» al ser concebida como música incidental para la lectura de los poemas. Ambas obras corresponden a una transmisión de Radio UNAM, preservada en un casete del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (Cenidim) del INBA.
En el acervo del Cenidim, entregado por Anita Chávez, hija del compositor, se localizó una grabación de HP, Sinfonía de baile, en cuatro movimientos, con la Orquesta Sinfónica de México dirigida por Revueltas, que según los cálculos, data de 1933.
«Creo que este es un argumento fehaciente que no necesita mucho más qué decir, si el mismo Chávez le da una pieza a su amigo para que la grabe, quiere decir que le tiene confianza como músico y además es su amigo», considera Hernández.
Incluye el Himno ferrocarrilero, escrito por Revueltas para la película La bestia negra, y es la única de las obras recogidas en el disco que no es inédita, al haber sido tocada por la Orquesta de Manuel Esperón y publicada en 1939 por la disquera Víctor Mexicana.
Recupera también Tres piezas para violín y piano de Revueltas con la violinista Luz Vernova y la pianista Luz María Segura además de la única grabación de la versión de piano de La Coronela, a cargo del pianista Salvador Ochoa.
Cierra con Pirámide, de Chávez, con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Carlos Miguel Prieto.
«Los melómanos van a estar fascinados porque es música que nos hace repensar a dos autores fundamentales en la historia de la música».