Ingresar por Insurgentes Norte desde el Estado de México a la Capital exige la paciencia de conductores y pasajeros.
Obras que realiza la Administración local provocan un cuello de botella que se traduce en hasta una hora más de viaje, mayor gasto de gasolina y estrés adicional, según explican los usuarios de la vialidad.
A un costado del Metro Indios Verdes, fueron cerrados dos carriles de Insurgentes para que se realicen los trabajos de rehabilitación en un paradero de transporte público. Esto provoca que conductores particulares y de transporte deban transitar una vía que, en algunos tramos, tiene baches.
Seis meses con embotellamientos
La espera para librar el congestionamiento va de los 30 minutos o hasta una hora, contó Juan, operador de la Ruta Generación, que hace recorridos de Coacalco a Indios Verdes.
«Es muy variable, de repente una hora, hora y media, llevan medio año con las obras.
«Es más gasto de gasolina, más estrés para la gente, para uno mismo», comentó.
Las obras comenzaron hace seis meses y ahora provocan filas de más de 3 kilómetros que, en ocasiones, se extienden desde Indios Verdes hasta los límites de Gustavo A. Madero y el Municipio mexiquense de Tlalnepantla.
«Hay afectación en gasolina y, más que nada, en tiempo, los usuarios se desesperan, pero nosotros que viajamos en combis avanzamos más rápido que los camiones, por eso es que la gente se viene un poquito más con nosotros en las mañanas», detalló Leonardo Ramírez, conductor de la Ruta San Pedro Santa Clara.
«Eso también hace que sea lento el tráfico, con los baches, obviamente no pasan los carros rápido y hace que vayan frenando poquito a poquito para no caer».
Especialistas ven falta de planeación
Francisco de Anda, experto en movilidad, planteó que la problemática pudo haber sido evitada de haberse implementado un mecanismo de gestión de tráfico.
«Claro que se pudo haber hecho algún tipo de organización más específica para que el transporte público resultara el menos afectado.
«Y los más afectados, desde luego, es el transporte público porque es el más indigno, sobre todo, viniendo del Estado de México«, dijo.
Consideró que una de las propuestas para evitar el congestionamiento es la restricción de autos particulares, para así favorecer el paso a las unidades de transporte público.
«Definitivamente hay una emisión de gases de efecto invernadero que también resulta no conveniente.
«Sobre todo para la gente que pasa demasiado tiempo encerrada en un vehículo que a lo mejor no cuenta con los sistemas de filtración más adecuada que pueden ser los vehículos más viejos, el mismo transporte público que luego circula con las ventanas abiertas», dijo.