La investigación además plantea posibles explicaciones a la inclinación del planeta y a la órbita de la mayor de sus lunas, Titán.
El Imparcial
Se cree que los anillos de Saturno tienen alrededor de 100 millones de años pero cómo se formaron sigue siendo un misterio. Hoy un estudio publicado en Science dice que la destrucción de una antigua luna podría ser el origen.
El estudio, llevado a cabo por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), señala que los anillos de Saturno -uno de los rasgos planetarios más icónicos del sistema solar- pudieron surgir después de la destrucción de una antigua luna de Saturno.
La investigación además plantea posibles explicaciones a la inclinación del planeta y a la órbita de la mayor de sus lunas, Titán, dos cosas a las que los astrónomos siguen sin encontrar una respuesta.
Para realizar el estudio, Jack Wisdom (del MIT) y su equipo usaron varias simulaciones numéricas y datos de la reciente misión Cassini (un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana) cuyo objetivo era estudiar a Saturno y sus lunas.
El estudio sugiere que hace unos 150 millones de años, el sistema de Saturno experimentó un violento evento: una antigua luna, llamada «Crisálida» y que durante miles de millones de años orbitó al gigante gaseoso, se volvió inestable y se acercó demasiado al planeta.
Como consecuencia, la luna impactó en Saturno y generó la actual inclinación del planeta. Posteriormente, una parte de esa luna pudo seguir en órbita hasta que se rompió en pequeños trozos de hielo que dieron lugar a los anillos de Saturno, indica EFE.
Los expertos consideran que este mismo evento también podría haber causado que la excentricidad orbital de Titán aumentara hasta su alto valor actual, lo que explicaría la forma oblicua de Saturno.
En un artículo de análisis que también publica Science, Maryame El Moutamid, de la Universidad de Cornell, dice que el estudio del MIT brinda explicaciones plausibles pero cree que para corroborarlas habría que hacer más investigaciones, «para definir mejor el momento polar de inercia de Saturno y la probabilidad de que ocurran eventos similares en otros planetas con anillos».
Para Santiago Pérez-Hoyos, investigador del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco UPV/EHU, «los anillos de Saturno son, sin duda, una de las estructuras más llamativas del sistema solar».
«Gracias principalmente a la misión Cassini, que orbitó el planeta entre 2004 y 2017, existe un cierto consenso actualmente en que los anillos son jóvenes en términos astronómicos, habiéndose formado hace ‘solo’ unos 100 millones de años. El trabajo de Wisdom y sus colaboradores ofrece una explicación plausible de cómo esta formación pudo tener lugar», dice en declaraciones al SMC.
En opinión de Ricardo Hueso Alonso, investigador del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU, las teorías del estudio son «una elegante constatación de los complejos efectos de la gravedad en sistemas planetarios y muestra que el sistema solar es un lugar rico y variado sujeto a permanente cambio».
Y en el mismo sentido, Eva Villaver, del departamento de Astrofísica del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), explica que a menudo los anillos son el resultado de procesos de formación de los cuerpos más grandes en torno a los que orbitan.
El estudio del MIT agrega una hipótesis «que puede explicar todos los fenómenos a la vez: la edad de los anillos, la órbita de Titán y el ángulo de inclinación del planeta», aunque «lo hacen a partir de simulaciones por ordenador que es la única manera que tenemos de determinar cómo se mueven varios cuerpos a la vez bajo su influencia mutua».