El independiente. Cuando se padece una enfermedad crónica para la que no existe cura, la investigación es vital. Una de estas enfermedades es el lupus, una patología autoinmune en la que el organismo del paciente produce anticuerpos que atacan a las células y tejidos del propio cuerpo de forma equivocada.
Los enfermos de lupus, hasta ahora, no se curaban. Pero una nueva terapia puede cambiarlo todo. CAR-T es una terapia avanzada que incluye terapia génica, celular e inmunoterapia. Utiliza las propias células del paciente, modificadas genéticamente, para luchar contra la enfermedad.
Gracias a esta terapia, cinco pacientes han conseguido superar completamente el lupus eritematoso sistémico (LES) que padecían. Se ha conseguido gracias a la investigación realizada en el Centro Alemán de Inmunoterapia del Hospital Universitario de Erlangen, en colaboración con la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen -Núremberg.
El LES es la forma más grave de lupus y se ha conseguido eliminar de forma completa gracias a la modificación genética de las células de los propios pacientes. El profesor Andreas Mackesen, director de la Clínica Médica 5-Hematología y Oncología Interna, ha explicado que «la abreviatura ‘CAR’ significa receptores de antígenos quiméricos y designa un receptor artificial. Las células inmunitarias del paciente, también conocidas como células T, están equipadas con CAR en el laboratorio mediante un proceso de ingeniería genética. Esto reconoce antígenos especiales en la superficie de las células diana y las destruye».
El CAR-T ya había dado alegrías en otras enfermedades graves, como la leucemia linfocítica crónica, de la que hace poco se presentó un estudio de curación a largo plazo.
En el caso del LES, quienes lo sufren son habitualmente mujeres jóvenes, que sufren inflamación de distintos órganos y necesitan grandes cantidades de cortisona e inmunosupresores para mantener la enfermedad bajo control.
El estudio se publica en Nature Medicine y muestra que la remisión del LES según los criterios DORIS se logró en los cinco pacientes – cuatro mujeres y un hombre- después de 3 meses. El único efecto secundario fue un leve síndrome de liberación de citoquinas.
«Lo especial de esto es que una infusión única de células CAR-T derribó el castillo de naipes de la inflamación y la autoinmunidad, y los pacientes pudieron suspender toda su terapia, incluida la cortisona», señalaron los investigadores, que se refirieron al efecto de la terapia como un «botón de reinicio» en el sistema inmunlógico de los afectados.
Actualmente, los investigadores están planeando un nuevo estudio para principios de 2023, en el que los pacientes con diversas formas de enfermedades autoinmunes graves podrán recibir terapia con células CAR-T.