PALAÚ COAHUILA. -Grata sorpresa y caluroso recibimiento ofreció la grey católica de este mineral al señor Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño, a quien le prepararon su primer festejo por su 50 aniversario sacerdotal, evento con el que marcan el inicio de su jubileo.
En punto de las 7 de la tarde, el obispo Alonso Gerardo Garza Treviño, ofició una misa como inicio de la celebración, arribando a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe poco antes de la hora señalada, donde fue recibido por hombres, mujeres y niños, así como por el anfitrión principal del festejo, padre Gerardo García Cabrera, párroco de la iglesia.
En entrevista el señor Obispo, comentó: «Dios ha sido muy bueno conmigo y si él lo quiere ya pronto estaremos cumpliendo los 50 años de sacerdote, 8 de los 13 compañeros que nos ordenamos en 1972, es por eso que, yo le digo a mi comunidad, que si se quieren unir a mí en estas asambleas y esta parroquia viene a ser la primera de la Diócesis, de las diferentes comunidades que harán estas celebraciones», comentó.
«Agradezco mucho a Dios, todas las bendiciones que he recibido en este tiempo y agradezco mucho a las personas de Palaú, al padre Jerry y a todos los miembros de esta comunidad, que hayan preparado este evento que fue una sorpresa para mí», dijo.
Admitió que en esta celebración no estuvieron miembros de su familia, porque todos viven fuera, pero con el favor de Dios, -dijo- el día 26 van a estar en la misa que vamos a celebrar con todos los sacerdotes y el día 27 en la misa que tendremos en la ciudad de Piedras Negras», agregó.
«Que bendición», dijo al referirse la gran fiesta que le prepararon las familias católicas de Palaú, «Yo agradezco todo esto, es inmerecido, pero yo sé que no es a mi persona, sino al sacerdote, que hace presente a Dios».
En cuanto a lo más difícil que ha enfrentado en estos 50 años de servicio sacerdotal, contestó: «Las situaciones de dificultad que viven las personas, cuando una persona está viviendo una situación difícil, una crisis, el sacerdote también sufre, como sufre un papá y una mamá y cuando no es una persona, sino una comunidad, el sufrimiento de la comunidad también, por ejemplo, cuando sufren las inundaciones, los tornados, los fallecimientos de un grupo de personas como los mineros en las tragedias que en esta Región Carbonífera son muy comunes, esto hace sufrir mucho al pastor, porque ve el sufrimiento de las ovejas», afirmó antes de ir a presidir la misa ante la comunidad católica del mineral de Palaú.