Las protestas continuaron este viernes en varias ciudades de Cuba al tiempo que nuevamente se reportó una caída de internet.
El observatorio de internet NetBlocks, que monitorea las interrupciones y apagones de la red, informó que el internet se cortó por segunda noche consecutiva en la isla.
«Las métricas muestran un colapso en la conectividad después de las 8 p.m. hora local en medio de protestas por malas condiciones y cortes de luz agravados por el huracán Ian #CubaPaLaCalle», informó en su cuenta de Twitter.
En redes sociales, han circulado videos de gente bloqueando calles, con cacerola en mano o haciendo fogatas.
El medio independiente El Toque confirmó las movilizaciones, y dijo que varias localidades acumulan más de 90 horas de apagones.
El martes, tras el paso del huracán «Ian» como categoría 3, el sistema eléctrico nacional sufrió una avería que llevó a la desconexión total de la red. Nunca antes, todo Cuba se había quedado sin electricidad.
Este año, el Gobierno reconoció que la isla enfrenta un déficit de generación de energía, por lo que los apagones han sido recurrentes.
El primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC) en La Habana, Luis Antonio Torres, admitió hoy que en los últimos días se han registrado protestas en varios municipios.
«Protestar es un derecho, pero es un derecho cuando los responsables del Estado y del Gobierno están dejando de hacer lo que les compete», opinó Torres, en declaraciones divulgadas por la televisión local.
«(Las protestas) en vez de ayudar, frenan el cumplimiento de esa misión (…) que tenemos de en el menor tiempo posible tener la recuperación total», añadió, alegando que dirigentes del PCC tuvieron que salir a explicar la situación y dejaron de cumplir otras tareas.
De acuerdo con The Wall Street Journal, el Gobierno cubano hizo una inusual petición de ayuda de emergencia a la Administración del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ante la situación que enfrentan tras el huracán.
Dos aviones de la Fuerza Aérea Mexicana llegaron este viernes a La Habana con cables y material eléctrico. Son parte de la ayuda ofrecida por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo traslado se debe realizar en 10 vuelos, informó la televisión local.
La Unión Nacional Eléctrica (UNE) tardó 48 horas y media en recuperar la interconexión del sistema en todo el país, pero aún «no hay capacidad de generación suficiente para cubrir la demanda«, reconoció este viernes Lázaro Guerra, uno de sus directivos.
‘Queremos luz’
La Habana amaneció este viernes con una cobertura de electricidad de 60.8 por ciento, una situación más favorable que la víspera, cuando fue de 37 por ciento, dijo la UNE.
La agencia de noticias The Associated Press constató protestas al grito de «Queremos luz» en al menos cinco puntos de la capital.
En un recorrido por las zonas de las movilizaciones no se observó gente aglomerada, pero la tensión era notable entre los vecinos.
De acuerdo con la agencia Reuters, las protestas en gran parte se limitaban a barrios donde las luces aún no se habían encendido.
«¿Qué situación está pasando este país? Soy cubano, soy revolucionario, pero no entiendo», señaló Valentín Gómez, un albañil de 51 años.
«Ellos que mandan aquí no están dando el frente (la cara)«.
Gómez explicó que no veía una solución de las autoridades al corte de luz, mientras el tiempo pasaba y sus alimentos se descomponían en el refrigerador.
La agencia de noticias AFP confirmó que en el barrio La Palma, en el oeste de la capital, donde un centenar de pobladores cerraron una calle con contenedores de basura llegaron funcionarios del PCC para responder a las demandas ciudadanas. Y un grupo depolicías fue desplegado, sin que se haya reportado hasta ahora algún roce.
La Embajada de Estados Unidos expresó preocupación por las protestas.
«Mientras seguimos los informes de las protestas pacíficas en Cuba esta noche y los cortes de Internet, insistimos en que elrégimen respete los derechos constitucionales de sus ciudadanos a reunirse pacíficamente», dijo en su cuenta de Twitter.
«Esta es una protesta pacífica, queremos que nos pongan la luz y el agua. ¡¿Qué es esto?! ¡Las personas han perdido su comida, la única comida que hay!», se quejó Natali Manso, de 21 años y madre de una niña de meses durante una manifestación que se extendió hasta la madrugada del viernes en Bacuranao Campo, en las afueras de la capital.
Expertos aseguraron que Cuba debe lidiar ahora con la vulnerabilidad de su sector energético y las dificultades de generación que ya traía por la falta de mantenimiento y recursos para modernizarlo.
«El problema estructural con el sector eléctrico cubano ya existía antes del huracán. Podrán tomar medidas que mejoren su comportamiento a corto plazo pero el salidero en la caldera volverá a producirse una vez más, tarde o temprano. No hay solución a corto plazo«, dijo a The Associated Press Jorge Piñon, director del Programa de Energía y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas.
«A largo plazo mucho dinero».
‘Que me lleven’
Las protestas en las calles de Cuba son muy poco frecuentes.
Jorge Luis Cruz, del barrio de El Cerro, en La Habana, estaba en la puerta de su casa el jueves por la noche golpeando una olla de metal y gritando con rabia. En las calles aledañas a su casa se oían decenas de personas golpeando cacerolas desde las terrazas y techos en medio de la oscuridad.
«Esto no funciona, ya basta«, dijo Cruz a Reuters.
«Toda mi comida está podrida. ¿Por qué?. Porque no tenemos electricidad».
El cubano comentó que su familia no quería que saliera a la calle por miedo a que lo llevaran a la cárcel.«Que me lleven», respondió.
Las temperaturas sofocantes y abundancia de mosquitos, combinados con la amenaza del dengue, tenían los nervios a flor de piel de los cubanos.
«Todavía no tenemos luz y nadie nos dice por qué», dijo Tiare Rodríguez, de 54 años, residente del barrio 10 de Octubre de La Habana. Ella se había unido a un pequeño grupo que golpeaba ollas y se movía por la calle, con demasiado calor para permanecer en su casa.
«Nuestra comida se está desperdiciando, la leche de nuestros hijos se ha perdido. ¿Quién la repondrá?«, preguntó. «Nadie».