CIUDAD DE MÉXICO, EU.- Lo que empezó como una moda en los años 20 del siglo pasado cambió, al grado de incluir a los perros en costumbres que parecerían sólo para los seres humanos. Así ocurrió en abril de 1922 cuando un sacerdote fue expulsado de la iglesia por bautizar a una mascota.
«Un ministro de la fe en Boston, Estados Unidos, se ve en un grave conflicto por querer tomar demasiado a pecho las doctrinas de San Francisco de Asís», decía la introducción a la nota publicada por este diario. El reverendo Adwin Curtis bautizó a un perro y cuando los ciudadanos se dieron cuenta, no lo pasaron por alto.
Las protestas siguieron hasta que el reverendo fue expulsado del templo, para alojarse en un hotel cercano asustado y sorprendido por las consecuencias de la decisión que tomó. De acuerdo con la investigación que se realizó, el cura bautizó al perrito para seguir las enseñanzas de San Francisco de Asís. Pero no a todos los feligreses les pareció la mejor idea.
Aunque al inicio fue criticado, el ejemplo de San Francisco de Asís persiste y en la actualidad todavía hay quienes llevan a perros, gatos, pericos y otras mascotas a escuchar las misas en honor a San Francisco como una forma de agradecer.
Queridos y tratados como personas
Esta inclusión de los perros dentro del núcleo familiar, y ya no solo el cuidarlos como a una persona, ha trascendido al grado de dedicarles tiempo, ingresos, fabricación de artículos y lugares especiales para darles las comodidades necesarias.
Recientemente se hizo viral en redes sociales el caso de un hombre que decidió hacer una fiesta de XV años en honor de su perrita, la cual apareció en varios videos bailando el vals en brazos de su dueño, con un pequeño vestido y una corona que combinaba con su atuendo.
La celebración fue dentro de un salón de fiestas, con invitados, cena y hasta chambelanes que acompañaron a la perrita. El dueño aseguró en una entrevista que no quiso dejar pasar desapercibida esa fecha tan importante para él y para su mascota por el motivo de su cumpleaños número 15.
Aunque no son el mismo tipo de fiestas, también ya hay quienes organizan las celebraciones de sus mascotas con otros perros. Les compran un pastel especial, cuyos ingredientes son las croquetas, carne u otro tipo de comida de su agrado.
Industria para la felicidad canina
Los dueños de los perros incluyen a sus mascotas en actividades cotidianas como el ingreso a guarderías y hoteles. Funcionan igual que lo hacen con los bebés humanos, pues la intención es dejarlos durante un tiempo en un lugar seguro, para después pasar por ellos.
En otros lugares hay también espacios zen, aromaterapia y terapia musical. Cuando mueren también se les puede hacer una digna despedida y hasta cremarlos y conservar sus cenizas en los hogares o en panteones para llevarles flores. En algunos casos, el dueño hasta hereda algunos bienes a las mascotas en su testamento.?