Fabiola Sánchez
Preocupado por su estado de salud y cansado de los abusos de los cuales fue víctima, un interno del anexo VIBE Nueva Esperanza de Vida, saltó una barda de más de cinco metros de altura para escapar y pedir ayuda a su familia.
Carlos Alberto Zúñiga Bautista, de 26 años de edad, es el joven quien se encontraba anexado en el Centro de Rehabilitación para Adicciones, ubicado en la Colonia El Roble, donde apenas tenía 2 meses de haber ingresado.
La familia del interno fue quien dio a conocer que el joven llegó sorpresivamente a su domicilio ubicado en la colonia Hipódromo, agitado, sin poder hablar, tembloroso, pálido y muy asustado, solicitando auxilio.
Javier Zúñiga Bautista, hermano del interno, detalló que su familia le cuestionó que ocurría, cómo había escapado y el por qué, preguntas que Carlos no podía responder, debido a que su habla se dificultaba y se encontraba completamente desorientado.
Señaló que su hermano brincó una barda de más de cinco metros de altura para escapar del anexo, asegurando que fue víctima de golpes y además temía por su salud, debido a que le médico le administraba cada 8 horas una dosis de medicamento que lo hacía perder la fuerza y dificultad para hablar.
“Le administraban un medicamento para convulsiones cuando él no padecía de nada y este medicamento lo dejó muy mal, no se puede mover y no puede ni hablar, está en casa y ahora la encargada nos dice que no hagamos más grande el problema que ella se encarga de los gastos médicos”, comentó Javier Cazares, quien es tío del interno.
Su familiar agregó que Brenda, quien es la Directora de VIBE, se negó a mostrar los videos para descartar los golpes que Carlos aseguró le propinaban durante el tiempo que estuvo anexado, sin embargo, asume la responsabilidad de pagar los gastos médicos para que se valore el estado de salud del joven.
Comentó que la última visita que vieron a Carlos, aparentemente se encontraba bien ya que solamente podían verlo a través de una pantalla, pero no podía escucharlo, por lo que lamentablemente no pudieron evitar este hecho.
Finalmente, después de haber dialogado con la directora del anexo, Carlos fue trasladado a una clínica privada para ser valorado por un médico y determinar el motivo por el cual presentaba estas molestias y su dificultad para hablar.
DENUNCIA ABUSOS EN ANEXO
“Me pegaban, me castigaban, muchas cosas que nos hacían, decían que todo era por mi bien, les tenía miedo, no podía decir nada de lo que pasaba”, con gran dificultad para hablar lo platicó Carlos Alberto Zúñiga Bautista.
Señaló que, efectivamente saltó una barda de más de cinco metros de altura para escapar del anexo, donde fue víctima de golpes y castigos severos que ponían los “padrinos”, por razones insignificantes.
Comentó que, Sandoval a quien señala es un adicto en rehabilitación era quien sin razón alguna constantemente lo golpeaba y en pocas ocasiones intervenían los “padrinos”, para evitar esta agresión.
“Partida (padrino), nos ponía las esposas si no hacíamos bien del baño, cualquier otro motivo era para que nos castigara y nos apretaban muy fuerte las esposas en las manos”, comentó Carlos.
Agregó que, otros de los castigos era mantenerlos de pie por horas y dormir sobre el suelo sin cobijas por las noches, obligándolo a tomar esta decisión de escapar del lugar donde él esperaba sería apoyado para su rehabilitación a las drogas.
“El doctor me inyectaba clonazepam cada rato, a mí no me dolía nada y él como quiera me ponía el medicamento”.