El Mundial de Suiza 1954 fue el primero que se jugó con 16 selecciones y con un formato con ventaja sobre los favoritos, ya que la FIFA determinó que los cabezas de serie (Brasil, Uruguay, Hungría, Inglaterra, Austria, Francia y Turquía) no podían enfrentarse entre sí hasta los Cuartos de Final sin importar que estuvieran en el mismo grupo.
Turquía fue cabeza de serie debido a que había eliminado a España a través de un volado, tras empatar en la eliminatoria.
Debuta la TV
El Mundial de Suiza fue el primero que se transmitió por televisión por el apoyo de tecnología de Alemania Federal, Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Italia, Francia y Suiza.
El juego entre Yugoslavia y Francia, uno de los cuatro partidos inaugurales, fue el primero en ser transmitido en vivo y en directo por cuestiones de horario.
El principal patrocinador del Mundial fue Rólex, la famosa marca de relojes suizo, y que en aquel entonces era el más solicitado y con mayores ventas a nivel internacional.
Roza México hazaña
Para su mala fortuna, a México le tocó de nuevo enfrentar a Brasil en el debut de la justa, y para no variar fue goleado ahora por 5-0.
En el segundo compromiso, obligado a ganar a Francia, dio su mejor esfuerzo en un emotivo encuentro y de estar abajo 2-0 logró empatar con goles de José Luis Lamadrid al 55′ y Tomás Balcázar al 85′, pero en el 88′ se marcó un polémico penal por una supuesta mano de Narciso López; Raymond Kopa venció a Antonio Carbajal, quien furioso y frustrado pateó el balón en su portería.
El engaño alemán
Hungría era el favorito para ser campeón. Al certamen, los húngaros llegaron como medallistas olímpicos de Helsinki 1952 y con una racha de 28 partidos sin derrota, además de contar con los goleadores Ferenc Puskas y Sandor Kocsis.
El 20 de junio, Hungría humilló a Alemania por 8-3, en parte porque el técnico alemán, Sepp Herberger, jugó con un cuadro alternativo como si intuyera que se volverían a encontrar.
La victoria salió cara a Hungría, ya que Puskas salió lesionado y no jugó los Cuartos de Final ni las Semifinales.
Se despide el campeón
Uruguay, por su condición de campeón vigente, era otro favorito para pelear por el título. En Semifinales se encontró con Hungría, que tuvo ventaja de 2-0, pero en la recta final Juan Hohberg empató para Uruguay con un doblete.
Cuando sus compañeros lo abrazaban, el delantero se desvaneció y, según cuentan, su corazón se detuvo por 15 segundos y fue revivido en la banca.
Al despertar, vio cómo en tiempo extra, el húngaro Sandor Kocsis liquidaba al campeón con un 4-2 para marcar así el fin del reinado de La Celeste.
El milagro de Berna
El 4 de julio de 1954, en el Wankdorf Stadion y ante 64 mil aficionados, Alemania se coronó campeón al ganar al favorito Hungría por 3-2.
Pese a que iba perdiendo 2-0 en los primeros 8 minutos de acción, la Mannschaft reaccionó y empató con goles de Max Morlock y Helmuth Rahn, quien después marcó tanto del título.
«Es una sensación maravillosa cuando un equipo responde de esa manera a la confianza depositada en su rendimiento. Fue magnífico que pudiéramos vivir aquello», dijo el técnico Sepp Herberger.