No cabe duda que el cine es un reflejo de la historia, del momento por el que pasamos como sociedad. No deja de ser significativo que, de último, las películas tienden a ser sarcásticas y oscuras. Incluso las comedias manejan una buena parte de humor negro. Como sociedad, nos hemos vuelto cínicos.
¿Qué pasa cuando llega una película con un tono distinto? Es el caso de La Sra. Harris va a París.
Ada Harris (Lesley Manville) es una mujer que limpia las viviendas de clientes, que van desde aspirantes a modelos y hasta nobles. Un día, ve un hermoso vestido en casa de su rica patrona ese vestido será un motor que cambiará su vida.
Hay varios aciertos: un atractivo diseño de producción que reproduce con gran belleza los años 50 en Londres y París: sobresalen los colores verdes, azules y granates, la ambientación urbana, increíbles interiores y un vestuario espectacular.
Justo el vestuario es un elemento clave; aquellos que sean aficionados al diseño de modas, encontrarán aquí los inicios de la Casa Dior, con sus pasarelas y modelos, donde se enfocan en el “new look” del creativo.
Además de su delicioso aspecto (resaltado por una fotografía ídem), la película presume en su reparto a Isabelle Huppert, quien se roba todas sus escenas como la snob directora de la Casa Dior, a Jason Isaacs haciendo un rol pequeño pero memorable. Además del atractivo visual, los guapos Lucas Bravo y Alba Baptista.
Pero, sin duda, el ímpetu de la película recae en la polifacética británica Lesley Manville, quien derrocha carisma como la encantadora Ada, a quien le compramos por completo el papel.
Lo que nos lleva a la primera reflexión: en esta época de cinismo y desilusión, llega una historia linda, bellamente fotografiada. Una trama optimista que nos deja definitivamente de buenas. Su candidez nos llega al corazón.
3 estrellas
Dirige: Anthony Fabian
Actúan: Lesley Manville, Isabelle Huppert, Jason Isaacs
Duración: 115 minutos