Gerardo Taracena ha participado en grandes producciones fílmicas y series, como Apocalypto (dirigida por Mel Gibson) y Narcos: México; sin embargo, más allá de seguir por ese camino, su objetivo es hacer un cine necesario.
“No es el cine que más dinero nos deja, no es el cine que nos vuelve más famosos, no es el cine del streaming. Es el cine necesario, el que tenemos que hacer”, comentó el actor, en entrevista durante el Festival Internacional de Cine de Los Cabos.
Prueba de ello es su participación en el largometraje Por los Viejos Tiempos, ópera prima de la directora Paula Natalia de Anda Vargas, uno de los tres proyectos que participan en la sección competitiva de La Baja Inspira y que tuvo este viernes su premier.
“Para mí es un asunto de retribución con lo que el mismo cine me ha dado es casi un trabajo social retribuirlo con los jóvenes cineastas que tienen nuevas propuestas, que tienen una visión fresca, que son aventurados, arriesgados”, dijo el actor de filmes como Hombre en Llamas o Atrapen al Gringo.
Fue el guion lo que cautivó y motivó a Taracena a interpretar al general Luciano Ordóñez, quien le ofrece una última comida a su viejo amigo, Miguel Abarca, antes de ser fusilado.
“Me manda (la directora) el guion y yo con mi lagrimita le dije: ¿Quién va a hacer el otro (personaje), (ella le contestó) ‘Mauricio Isaac‘”, relató.
Incluso se abrió espacios en su agenda para interpretar a este personaje, pues lo que más le llamó la atención, dijo, fue la encrucijada moral en la que se encuentra.
“El tener que despedir a un amigo de toda la vida, con quien tiene lazos entrañables, y vas a tener que dar la orden de que lo ejecuten.
“Pero la amistad es la amistad, por eso lo invito a la última comida conmigo, una última cerveza, un último vino. Esa encrucijada moral no es frecuente, pero casi se te hace el nudo en la garganta y es imposible no sentir algo”, agregó.
El histrión consideró que este tipo de filmes forma a los nuevos cineastas y da una visión fresca de lo que se está haciendo en México.
“A final de cuentas son ellos quienes van a terminar haciendo el cine más adelante, para mí no hay escapatoria”, sentenció el ganador de un Ariel a Coactuación Masculina, por El Violín.