Guillermo Ochoa se agiganta tanto cada que juega un Mundial que hizo ver hasta pequeño al crack Robert Lewandowski, a quien le detuvo un penal en el 0-0 entre la Selección Mexicana y Polonia en el debut en Qatar 2022.
Así como en 2014 tuvo una atajada contra Neymar al estilo Gordon Banks y como en 2018 mantuvo a raya a Timo Werner, hoy en el Estadio 974 superó su talón de Aquiles al detener al 58′ el disparo del máximo goleador de Ligas europeas.
Ochoa, el hombre que en octubre de 2022 presumía el triste registro de 31 penales consecutivos sin atajar, según Ricardo Salazar, hizo temblar Doha y cada rincón donde hubiera un mexicano.
Porque hoy que registró su quinta Copa del Mundo respondió en el momento justo, como recompensa a esa fiel afición que prácticamente llenó cada rincón del inmueble aledaño al Golfo Pérsico.
México estaba como en casa, apoyado por los miles que hicieron el viaje a Qatar y que ya fuera al cantar el «Cielito Lindo» o al hacer la ola hicieron que Polonia se sintiera más lejos de su territorio.
La acción de Ochoa revivió a una Selección Mexicana con una propuesta más agresiva que la del rival, pero sin tanta claridad. Al 64′, Edson Álvarez mandó un servicio flotado a Henry Martín, quien remató prácticamente con la nuca y así exigió al portero de la Juventus, Wojciech Szczesny; una pintura a lo Cuauhtémoc-Borgetti en 2002 contra Italia.
México había tenido destellos como en aquel centro de Hirving Lozano en el que Alexis Vega llegó muy forzado al cierre o en un disparo de Jorge Sánchez.
El empate es un resultado muy conveniente para Argentina, que perdió contra Arabia Saudita, líder contra todo pronóstico.
Emiliano «Dibu» Martínez, portero del modesto Aston Villa, ya se percató que en el Grupo C no todo será tan «easy» como se imaginaba.
Porque si en este 22 de noviembre un portero estaba destinado a brillar, ese es el que porta en el dorsal el apellido Ochoa.