El hombre asegura que fue el responsable de hasta 100 asesinatos.
Actualidadrt. El asesino en serie estadounidense Richard Cottingham, ya condenado por once homicidios, admitió que mató a otras cinco mujeres en Long Island, Nueva York, a fines de los años 60 y principios de los 70, informa AP.
El maníaco recibió el apodo de ‘el Asesino del torso‘ porque supuestamente desmembraba los cadáveres de sus víctimas, dejando solo el torso.
Cottingham fue sentenciado el lunes a un mínimo de 25 años de prisión por matar en febrero de 1968 a la profesora de baile Diane Cusick, de 23 años, a la salida de un centro comercial.
El médico forense concluyó que Cusick fue golpeada en la cara y la cabeza y asfixiada. Tenía heridas defensivas en las manos y la Policía puedo recoger muestras de ADN del asesino.
Sin embargo, en aquella época la tecnología de pruebas de ADN todavía no existía y solo 50 años después, el biomaterial recolectado pudo ser cotejado con una base de datos federal, permitiendo identificar a Cottingham como autor.
Durante el juicio, Cottingham reconoció también el asesinato de Mary Beth Heinz y Laverne Moye en 1972 y de Sheila Hyman y Maria Emerita Rosado Nieves en 1973. No obstante, obtuvo inmunidad por estos casos como parte de un acuerdo de culpabilidad y fue condenado únicamente por la muerte de Cusick a una pena de 25 años a cadena perpetua, que se sumará a sus condenas anteriores.
«Uno de los días más emotivos»
«Hoy es uno de los días más emotivos que hemos tenido en la oficina del fiscal de distrito del condado de Nassau», dijo la fiscal de distrito Anne Donnelly en una conferencia de prensa.
«En el caso de Diane Cusick, su familia ha esperado casi 55 años para que alguien rinda cuentas por su muerte», agregó.
Donnelly destacó que el asesino había «causado un daño irreparable a tantas personas y tantas familias». «Afortunadamente, pasará el resto de su vida en prisión, donde pertenece», añadió.
«Eternidad en el infierno»
Jim Morton, hermano de Cusick, describió a Cottingham como una «bestia» que puso la vida de su familia «patas arriba«.
«Me esforcé por olvidar los horrores que mi hermana tuvo que soportar en los últimos minutos de su vida», dijo Morton, citado por medios locales. «Estoy seguro de que ella trató de luchar contra este animal, pero él era tan grande y ella tan pequeña», lamentó.
«Él, por supuesto, también tiene que esperar pasar la eternidad en el infierno«, sentenció.
- Richard Cottingham, un hombre casado y padre de tres hijos que trabajaba como operador de computadoras en Manhattan, fue condenado por primera vez a principios de la década de 1980, recoge The New York Times.
- El hombre asegura que fue el responsable de hasta 100 asesinatos.
