Se llama CrCoNi y es la aleación más dura jamás registrada en el planeta Tierra, compuesta de cromo, cobalto y níquel, descubierta por científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y del Laboratorio Nacional Oak Ridge.
Lo interesante de este material es su sorprendente ductilidad, a pesar de todo, y por tanto la posibilidad de utilizarlo en muchos aspectos de la vida humana. Además, el CrCoNi, a diferencia de otros compuestos, gana resistencia al enfriarse.
Los investigadores escribieron que «las aleaciones de entropía media y alta basadas en CrCoNi muestran una tolerancia excepcional a los daños, especialmente a temperaturas criogénicas».
Tiene una resistencia de 500 megapascales a temperaturas cercanas a las del helio líquido, lo cual no tiene mucho sentido si no te dedicas a estos temas, pero para entendernos, la resistencia de un trozo de silicio es de 1, la de una célula de aluminio es de unos 35, y la de los aceros más duros que existen es de 100. Por lo tanto, 500 es una cifra asombrosa.
De momento, uno de los usos que los científicos barajan para esta aleación se refiere a los viajes espaciales lejos del calor de las estrellas, donde los ambientes son impensables y prohibitivos, pero que el CrCoNi podría soportar.