El Clásico Mundial de Beisbol será recordado por victorias sorpresivas y contundentes, duelos de pitcheo, derrotas en extrainnings, historias de los protagonistas y una que otra descortesía en el diamante.
Ayer, durante el juego entre México y Estados Unidos en el Chase Field de Phoenix, al jardinero tricolor Randy Arozarena lo dejaron con la mano estirada a la hora de saludar a un ex compañero.
El cubano, naturalizado mexicano, se dirigía a su primer turno y en el camino aprovechó para chocar los puños con el primera base Paul Goldschmidt, sin embargo, cuando quiso repetir la acción el catcher Will Smith no obtuvo respuesta.
“Hoy cuando llegué a primera saludé a (Paul) Goldschmidt porque jugamos en Saint Louis. Yo jugué con (Will) Smith en Triple A, entonces me dio gusto verlo y lo fui a saludar, pero me dejó con la mano estirada, ¿qué le voy a hacer? No voy a ponerme a llorar. Le di pa’ delante y le di dos dobles y ya”, dijo Arozarena después de la victoria 11-5 ante el equipo estadounidense.
El otro lado de la moneda corrió a cargo del pitcher japonés Rouki Sasaki, quien se disculpó con el pelotero Willie Escala, de República Checa, por el golpe que le dio con su lanzamiento de más de 100 millas por hora cuando sus respectivos equipos se enfrentaron en Taiwán.
Sasaki aprovechó su día de descanso y acudió al hotel de Escala para reparar su error con una bolsa de dulces típicos de Japón, mientras que el checo le dio una pelota autografiada agradeciendo dicha acción.