Por Victor M. Narváez García
Pues andan(amos) muy contentos por la inminente llegada al vecino estado de Nuevo León de una empresa de las más importantes del mundo en el ramo automotriz y por cercanía impactará en forma directa principalmente al sur de nuestro estado.
Como inicio suena muy bien y sería más que ingenuo demeritar el impacto positivo que tendrá esta inversión de primera línea (llamémosle así), es decir habrá empleos, desarrollo (obligado) de infraestructura, mejores servicios, que deberán repercutir en una mejor calidad de vida para la población, en otras palabras, va a “crecer” la región!, se aplaude, se reconoce, más no es suficiente, al menos “para el sentir de un ciudadano”.
Y no se trata de ver con pesimismo el proyecto, se trata de “cerrar conceptos” y entender que con ello no basta, se requiere ir más a fondo para crecer desde las bases e ir construyendo el crecimiento de nuestro México.
La instalación de una planta en determinada región obedece a diversos factores, entre ellos la mano de obra calificada, recursos, infraestructura, cercanía de mercado final, proveedores y beneficios fiscales entre otros. Todo ello que sea favorable a los inversionistas a cambio de “comparar servicios profesionales”, es decir generar empleos.
Suena bien?, para iniciar, sí!,….pero que sea la forma de vida permanente de la ciudadanía de un país tan lleno de talento y recursos como México, no me parece que deba ser el objetivo final.
De acuerdo a información publicada, por cada 10 pesos de la inversión anunciada solo 2 se quedarán en México, podría antojarse que es mucho porcentaje, pero si revisamos que esa “ganancia” es a cambio de TUS recursos, TU gente, Tu infraestructura, pues como que ya no lo es tanto.
Adicional a lo anterior, como país, estado ó municipio tendrás que invertir en infraestructura, vialidad, vivienda, servicios médicos y escuelas derivado de las nuevas necesidades, de no ser así en poco tiempo tendrías que vivir con un caos en relación a servicios básicos. Por ello mismo insisto que no debe ser tu objetivo final ser un “país maquilador ó armador”, es meritorio pero no suficiente como plataforma de crecimiento sustentable para una nación. Como dirían los de “más antes”,…”si te quedas en esa etapa, al final pones más de lo que recibes”, es una forma muy sutil de “explotación laboral y de recursos”.
Tenemos ejemplos muy claros, armadora de autos en Puebla con casi 60 años y en Ramos Arizpe Coahuila con cerca de 50, más de 100 años acumulados en “experiencia” y no tenemos aún un auto 100% mexicano (diseño, ingeniería, construcción), es decir no hemos dado el siguiente paso para ser independientes tecnológicos y esto no es bueno, ya alguna vez se vio vivió la “pesadilla” de la posibilidad de “cierre” de estas empresas por conveniencia de intereses extranjeros.
Con lo anterior no demerito esta inversión recién anunciada, no digo que sea un mal proyecto, es buena y no me contradigo, lo que intento plasmar es que no debería ser la etapa final como proyecto de país, deberíamos conceptualizar y adecuar leyes y áreas involucradas para pasar de “armador” a constructor.
Lo que requerimos es avanzar y ser independiente tecnológicos, para que en poco tiempo podamos decir, ”México no necesita guajes pa´nadar”, y no es algo imposible, cierto país asiático ya lo hizo, no veo porque nosotros no podamos lograrlo.
He dicho.