Con la goleada de 4-0 sobre el Puebla, el Atlas confirmó que su resurrección ante el Olimpia de Honduras, en la Liga de la Concacaf, no fue una ilusión.
Con la victoria de visitante en el Estadio Cuauhtémoc, el Atlas dejó su mala racha de 10 partidos consecutivos sin ganar en Liga MX, para sumar su segunda victoria en el Clausura 2023 para llegar a 12 puntos.
El Atlas se encontró en el arranque del primer tiempo con dos titubeos del Puebla. Al minuto 5, le marcaron una falta a favor, para que Brian «Huevo» Lozano cobrara tiro libre directo.
«El Huevo» Lozano apeló al toque privilegiado que tiene en su educado pie derecho, para depositar el balón en las redes, que representó el 1-0, pero con la complicidad del portero Antony Silva, quien se resbaló y ya no alcanzó a reaccionar para evitar la caída de su cabaña.
El Puebla intentaba acomodarse para armar su despliegue al frente, pero Atlas mantenía la presión alta sobre la salida de La Franja, y al 15′, producto de ejercer presión en el territorio poblano, Aldo Rocha retrasó para Anderson Santamaría, quien mandó un servicio al área, en donde Emanuel Gularte rechazó de cabeza, pero al igual que el portero Silva, se resbaló y el rechace resultó en una asistencia hacia atrás, que agradeció Julián Quiñones para conectar una chilena espectacular que dejó fuera de combate al arquero para el 2-0.
Sin embargo, el Atlas, lejos de ir en busca de más goles con jugadas elaboradas, prefirió bajar el ritmo y apostó a la simpleza de los despejes largos para encontrar a Julio Furch o a Julián Quiñones, lo que provocó que el Puebla le ganara todos los balones divididos.
El Atlas ya no generó más peligro durante el primer tiempo, pero tampoco el Puebla hizo lo suficiente como para inquietar a su rival que estaba cómodo y relajado con el marcador favorable.
El primer tiempo terminó con la sensación de que Benjamín Mora debía ajustar sus piezas o realizar alguna modificación que le permitiera sostener la ventaja o extenderla.
En el segundo tiempo, sin cambios en el once inicial, la fórmula de Benjamín Mora fue el pelotazo, y le funcionó.
Al 50′, Camilo Vargas despejó hasta el medio campo, Pablo González le ganó a Julio Furch de cabeza, pero prolongó a su área donde Julián Quiñones peleó el balón con Gastón Silva, quien punteó el esférico al fondo para el autogol que se convertía en el 3-0.
El Atlas estaba insaciable y Puebla resquebrajado, por lo que al 67´, de nuevo Brian Lozano cobró tiro libre directo con su talentosa pierna derecha, con un disparo cruzado que depositó el balón en las redes para el 4-0.
Julián Quiñones tuvo para anotar dos más, pero no tuvo la puntería para cerrar una noche espectacular que en apariencia demuestra que los demonios del Atlas han sido exorcizados.
