Aurora G. Bustos Arellano
A partir del 24 de marzo de 1811 Miguel Hidalgo, estando preso en la llamada “Casa del Estanco”, recibió alimentos de Antonia Galindo e Isidora Montemayor. Esta última, hermana del cura de Monclova, Francisco Montemayor Martínez, “les mandaba a los presos del estanco grandes canastas con viandas y otras golosinas…”
Así se narran los últimos días de vida del Padre de la Patria en su paso por Monclova, Coahuila, justo antes de partir rumbo a Chihuahua; lugar donde será ex comulgado, condenado por alta traición y fusilado por el ejército realista.
En su libro, “Hidalgo y los Insurgentes de Coahuila”, el historiador y antiguo director del Archivo Municipal, Lucas Martínez Sánchez recopila y documenta cómo Hidalgo recibió la prisión atenciones y alimentos por parte de la familia Montemayor , después de haber sido traicionados por Ignacio Elizondo en las Norias de Acatita de Baján.
Documentos y dichos atestiguaron que, en edificios aledaños a la actual Parroquia de Santiago Apóstol, sirvieron como primera prisión a Hidalgo y los insurgentes. Y desde este lugar, partirían el miércoles 27 de marzo rumbo a La Joya.