Algunos adultos mayores consumen cannabis para el dolor, para dormir mejor o evitar estados de ansiedad, pero puede interferir con otros medicamentos y también causar efectos diferentes que en los jóvenes. Los detalles
La flexibilización de las normativas de muchos países en torno del uso de productos derivados del cannabis está impulsando el consumo en sus distintas formas. Según datos de Estados Unidos, es cada vez más común la utilización de marihuana por parte de personas mayores de 65 años, quienes buscan paliar diversas afecciones como el dolor, los trastornos del sueño, entre otras propias de la edad, pero sin tener muchas veces la supervisión médica que evite los efectos adversos que, en especial en las personas de edad más avanzada, pueden provocar estas sustancias.
Por ejemplo, en California, las consultas en la sala de emergencias por problemas relacionados con el consumo de cannabis en adultos mayores de 65 años aumentaron de 20,7 por cada 100.000 visitas en 2005, a 395 por cada 100.000 en 2019, según un estudio realizado en enero pasado por médicos de la Universidad de California en San Diego.
La disponibilidad de productos de marihuana y CBD (cannabidiol) puede generar riesgos en los mayores más que en los jóvenes, pero algunos especialistas advierten que pueden interferir con medicamentos, aún cuando quienes los consumen sientan que les está trayendo un beneficio.
Un estudio publicado en 2020 en el Journal of the American Geriatrics Society entre casi 600 adultos mayores de 65 años, señaló que el 15% informó haber usado cannabis en los últimos tres años. El 80% de quienes dijeron usar cannabis aseguraron hacerlo por razones médicas y explicaron que los motivos principales fueron para calmar el dolor, mejorar el sueño y la ansiedad. La mayoría de los consultados dijo que sus familias sabían sobre ese uso, pero sólo el 40% aseguró que lo había hablado con su médico.
Además, de estar contraindicado si se toman algunos medicamentos recetados, los efectos de la marihuana pueden llevar a las personas mayores a caídas y lesiones, estados de confusión y, contrariamente a lo que se busca, en ocasiones aumenta la sensación de ansiedad. Quienes la consumen muchas veces evitan comentárselo a sus médicos que podrían darles pautas para evitar estas situaciones.
Esta búsqueda en la marihuana por parte de los adultos mayores está hablando de las fallas en la medicina tradicional o del acceso a tratamientos efectivos. “Están buscando un medio para tratar estas condiciones problemáticas para las cuales las terapias médicas que tenemos no son fabulosas o son de difícil acceso”, admitió Alison Moore, profesora y jefa de geriatría, gerontología y cuidados paliativos en la Universidad de California en San Diego, y autora principal del estudio mencionado más arriba.
Qué es la marihuana y cómo afecta al organismo
La marihuana viene se obtiene de una planta llamada cáñamo. Su nombre científico es Cannabis sativa. El principal ingrediente activo de la marihuana es el THC (abreviatura de delta-9-tetrahidrocannabinol). Este ingrediente se encuentra en las hojas y los brotes de la planta de marihuana.
Según información en línea de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) el THC en la marihuana actúa en el cerebro (sistema nervioso central) y provoca que las neuronas liberen dopamina. Este es un químico que influye en el estado de ánimo y el pensamiento. También se lo conoce como el químico cerebral encargado de la sensación de bienestar. Usar marihuana puede causar efectos placenteros como:
-Sentir una sensación de bienestar o de relajación extrema.
-Tener un aumento del apetito
-Aumento en las sensaciones de vista, oído y gusto
La rapidez con la que se sienten los efectos de la marihuana dependen de cómo se use: Si se “inhala humo de marihuana (como lo haría con un cigarrillo o una pipa) puede sentir los efectos luego de unos segundos, o varios minutos. Si consume alimentos que contienen esta droga como ingrediente, como los pastelillos, puede sentir los efectos entre 30 y 60 minutos después”, agregó.
En cambio, advirtió el mismo informe de los NIH, la marihuana también puede tener efectos desagradables:
-Puede afectar el estado de ánimo, generar pánico o ansiedad.
-Puede afectar la manera en que el cerebro procesa lo que le rodea. Puede generar creencias falsas (delirios), sentir mucho miedo o confusión y ver o escuchar cosas que no están ahí (alucinaciones).
-Puede provocar falta de concentración. La memoria puede debilitarse, se puede ver afectada la coordinación en tareas como conducir un auto. Puede aumentar el ritmo cardíaco y de la presión arterial.
El uso de la marihuana es legal con restricciones más o menos severas en algunas regiones, como algunos estados de Estados Unidos, en Canadá y Uruguay. También en Chile, Colombia, México, Perú y en Argentina, donde en 2009 la Corte Suprema despenalizó el consumo en adultos y en privado.
La marihuana y los adultos mayores
Al consumir algún producto que contiene cannabis, el THC y el CBD interactúan con el sistema enzimático del hígado que es responsable de metabolizar las drogas. Esto puede cambiar el nivel de droga en su sistema, haciéndola más o menos potente, dijo Staci Gruber, directora del programa Investigaciones de Marihuana para el Descubrimiento Neurocientífico en el Hospital McLean en Belmont, Massachusetts.
Ziva Cooper, directora del Centro de Cannabis y Cannabinoides de la UCLA agregó que la marihuana también afecta las habilidades cognitivas, al menos a corto plazo y advirtió que los cambios fisiológicos y cerebrales en los adultos mayores pueden hacerlos más vulnerables a los efectos negativos del THC. Sin embargo, Cooper recordó que una investigación de 2017 publicada en Nature dio cuenta de que el THC en ratones mayores arrojó como resultado un ligero mejoramiento cognitivo.
En tanto, los efectos de la marihuana pueden persistir en un cuerpo más desgastado por más tiempo, ya que a medida que una persona envejece el metabolismo se lentifica. Los productos como los comestibles necesitan ser digeridos. Pueden pasar ocho horas o más para que desaparezcan los efectos del THC e incluso más para las personas mayores, según indican los estudios científicos. “Un metabolismo más lento puede resultar en un impacto ligeramente mayor de los productos”, destacó el doctor Gruber.
La falta de regulación en algunos elementos que contienen THC, no ayuda a tener control de la cantidad de se consume por eso el avance en las legislaciones en torno del cannabis en distintos países está ayudando a evitar efectos adversos ya que pasan por los controles de calidad necesarios que prueban su pureza y potencia.
Cómo puede actuar la familia
Si los adultos mayores consumen productos de marihuana o CBD, sus familiares pueden estimularlos para que lo hablen con su médico para cerciorarse de que no tendrá una incompatibilidad con los medicamentos que esté tomando. Muchos hijos adultos compran productos para sus padres sin entender que la dosis y el tipo tienen efectos diferentes, aseguró Benjamin Han, geriatra de UCSD. “Si los adultos mayores están considerando probar el cannabis por razones médicas, es importante que lo traten como cualquier otro medicamento que pueda tener efectos secundarios o interactuar con otros medicamentos”, agregó.
“Pregúntales a tus padres por qué están tomando marihuana para ver si hay problemas de salud que pueden abordarse mejor con otros tratamientos”, recomendó el doctor Moore. La familia también puede aconsejar que “comiencen con poco y vayan despacio”, o tomen una dosis baja al principio y aumenten según sea necesario, señaló Tory R. Spindle, profesora asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins e investigadora de cannabis. Tenga en cuenta el posible deterioro cognitivo y las habilidades motoras, y advierta a su familiar que no conduzca mientras estén bajo los efectos del cannabis.