CD. DE MÉXICO.- En la Casa Blanca, ante Elizabeth Sherwood-Randall, encargada de la estrategia del Gobierno de Estados Unidos para atender la crisis del fentanilo, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, insistió en señalar que los precursores usados para fabricar el opioide sintético proceden de Asia.
Rodríguez, quien encabeza la delegación mexicana que este jueves se reunió con sus pares de Estados Unidos y altos funcionarios de Canadá, también dijo que México no produce armas de fuego, pero sí padece la violencia que generan.
«Podemos asegurar que México no fabrica precursores químicos, vienen de Asia. México tampoco fabrica armas de alto poder, pero en México, mi México, padecemos la violencia originada por el tráfico de drogas sintéticas y el poderío del fuego de las armas ilícitas», sostuvo.
La Secretaria dijo que el tráfico de fentanilo y de otras drogas, así como la comercialización ilícita de armas de fuego, es una prioridad para el Gobierno mexicano y por ello los resultados son evaluados diariamente en las reuniones del Gabinete de Seguridad que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
«El tráfico y el consumo de drogas sintéticas y el tráfico de armas, así como la violencia que generan son un grave problema entre nuestras dos naciones; y hoy en especial el fentanilo, las metanfetaminas y las armas de fuego son una amenaza para nuestros países.
«Los Estados Unidos tienen un complicado problema de salud pública y México está combatiendo a los cárteles del crimen organizado que lucran con la venta de droga y se abastecen con dinero y armas de alto poder. Es un círculo vicioso contra el que peleamos diariamente», enfatizó.
Rodríguez transmitió la voluntad del Gobierno mexicano de trabajar coordinadamente con la administración Biden para aumentar los aseguramientos de droga y desmantelar a los cárteles que la producen y distribuyen, pero en una relación entre iguales.
«Queremos aumentar incautaciones de drogas y armas, seguir con la detención de objetivos prioritarios, desmantelar sus redes financieras; debilitar la capacidad y cadenas de suministro del crimen organizado.
«Compartir información para reducir el tráfico de armas y municiones, pero al mismo tiempo bajar el consumo de drogas sintéticas; frenar el tráfico ilegal de precursores químicos, fortalecer su control y la aplicación de sanciones», señaló.
Almuerzo con la Justicia
Tras la reunión bilateral en la Casa Blanca, la delegación mexicana se traslado al Departamento de Justicia, en donde sostiene un almuerzo de trabajo.
«Comida que ofrece el Fiscal General (Merrik) Garland en su histórica oficina a la delegación de México. Un gesto sin precedentes para una delegación extranjera que refleja el interés de seguir trabajando en los retos compartidos, así como reconocer los avances del Entendimiento Bicentenario», escribió en su cuenta de Twitter el jefe de la Unidad para América del Norte de la Cancillería, Roberto Velasco.