No todo está perdido. Todavía quedan jóvenes que están dispuestos a luchar por la libertad literaria y unen sus fuerzas para poder leer los famosos libros prohibidos
El Confidencial
Estamos en un siglo en el que hablar de censura literaria suena casi surrealista, pero está ocurriendo en Estados Unidos. La aclamada “tierra de las oportunidades” cuenta con una lista de varios libros que están prohibidos en las escuelas y bibliotecas, y también es complicado encontrarlos a la venta.
Dependiendo de cada estado, la censura es más o menos estricta. Como explica la BBC, en el estado de Texas, en 2021, las autoridades educativas prohibieron varios libros de instituciones académicas, alegando que muchos padres se habían quejado por su contenido. Aquí comenzó la historia de Ella Scott y Alyssa Hoy, dos adolescentes que, al enterarse de lo sucedido, decidieron defender su derecho a la libre elección de lectura.
Ada Nuño
Lo primero que se les ocurrió fue fundar un club de lectura de libros prohibidos. Gracias a esta primera iniciativa, otros grupos de adolescentes han inaugurado clubes parecidos en todo Estados Unidos. “No teníamos idea de lo que estaba ocurriendo con la prohibición, y sentimos que era necesario hacer algo para crear conciencia”, explicaba Scott, de 17 años.
El club ya cuenta con casi 3.000 miembros
Las protagonistas de esta historia se sorprenden de que esta censura esté sucediendo en EE.UU., y más con la cultura de la libertad de la que se hace alarde en el país. Su club de lectura comenzó con unas pocas compañeras de clase. Pero luego se fue expandiendo e incluyó a estudiantes de la Vandergrift High School, una escuela estatal con 2.709 alumnos.
“Vienen personas de diferentes grados y orígenes. Es genial escuchar las diversas conversaciones que surgen cuando hablamos de un tema que nos afecta a todos”, agrega Alyssa, también de 17 años. Las cifras de libros censurados son alarmantes. En el año escolar 2021-2022 se emitieron 2.500 prohibiciones de libros en 32 estados, según la Asociación de Bibliotecas de EE.UU. (ALA).
Texas, donde viven Ella y Alyssa, sufrió el mayor número de prohibiciones de libros (801), seguido de Florida (566) y Pensilvania (457). La mayoría de libros prohibidos son de temática sexual, tratan la identidad racial o tienen personajes pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+.
Entre los libros prohibidos hay biografías, libros religiosos y novelas
Uno de los libros afectados fue ‘All Boys Aren’t Blue’ (No todos los chicos son azules) de George M. Johnson. Es un libro sobre la experiencia de crecer como persona de color y queer. El propio autor afirma que “cada vez que escribes un libro en el que hablas sobre tu verdad, habrá personas que querrán silenciarla”.
Pero no hace falta que nos vayamos a libros actuales. La famosa novela de ‘Matar a un ruiseñor’, de Harper Lee, ganadora del Premio Pulitzer y publicada en 1960, también fue censurada en Oklahoma y Carolina del Norte en 2021. Esta novela analiza la injusticia racial en EE.UU., tema suficientemente controvertido para propiciar su censura.
Vive y deja vivir
Scott y Hoy quieren que su voz se escuche y piensan de manera muy sagaz que “es muy extraño que en una sociedad tan individualista como la de EE.UU. haya algunas personas tratando de eliminar historias que muestran diferentes individualidades”. Además, afirman que ellas no quieren obligar a nadie a leer un libro, pero tampoco quieren que otras personas les prohíban leerlos. “Está bien sentirse incómodo y no leer un libro. Pero quitárselo a todos los demás no es justo”, sentencian