Yuriria Sierra
Vender calzones
Rommel Pacheco recordó que éste no es un hecho aislado, no es sólo de esta administración, es el camino recurrente de todos los gobiernos.
Fue la noticia del fin de semana anterior, la que nos sorprendió y nos generó una enorme sonrisa: México conseguía un campeonato mundial, la disciplina: natación artística. “Sirenas de oro”, se leyó en encabezados, así las llamaron en emisiones informativas. Este equipo de ocho mujeres puso en alto, muy en alto, el nombre de nuestro país. No sólo regresaron a casa con una medalla de oro, fueron tres y una más de bronce. Así cerraron su participación en la Copa del Mundo de Natación Artística. Este grupo de deportistas alcanzaron la meta recurrente en sueños, pero que en la realidad se topa con algo más que la burocracia de las autoridades.
El contento no se detuvo, pero se opacó cuando recordamos que estas mismas mujeres tuvieron que valerse por sí mismas para pagar el costo de su viaje a Egipto, sede de la competencia, porque en el sector público sólo encontraron indiferencia. Vendieron trajes de baño y tocaron puertas hasta que la Fundación Telmex les dio lo que necesitaban. A diferencia de lo que ha ocurrido con deportistas de otras disciplinas, estas nadadoras no fueron recibidas en Palacio Nacional, pero sí fueron mencionadas: “Están desatados, entonces que si las competidoras de nado artístico no fueron apoyadas, que verdad para decirles que no acudieron a nosotros, desde luego que apoyamos nosotros el deporte…”, expresó Andrés Manuel López Obrador. Luego dio la palabra al secretario de la Defensa Nacional, quien siguió con la narrativa de que este gobierno apoya todas las disciplinas deportivas.
Aunque, sin duda, quien se llevó la medalla de oro en la audacia para atajar los señalamientos de la falta de apoyo, fue la propia directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. Ana Gabriela Guevara, medallista olímpica y conocedora, como atleta, de los dimes y diretes dentro del mundo deportivo en el país, expresó en W Radio: “Son mentirosas porque son 40 millones de pesos invertidos, tienen entrenadores, comen, duermen, se les apoyó en todo. Además, se han atrevido a levantar la voz al Presidente de la República(…) Por mí, que vendan calzones, trajes de baño, Avon o Tupperware… pero ellas y sus entrenadoras son deudoras. Les hemos dado 40 millones de pesos y no los han justificado…”.
Un día después, en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, agregó: “Se tiene que explicar a la gente que el escalón previo a llegar a la Conade son las federaciones y en ellas encontramos un desaseo. Tenemos el recurso allí, pero las federaciones no cumplen…”. Aseguró que, ante esto, se encuentra atada de manos.
Ninguna autoridad tiene la culpa, pues. Las nadadoras son responsables, dicen, pero la opción está ahí: vender calzones, como subrayó la encargada de gestionar a buen puerto el deporte en el país.
México, el “eterno campeón sin apoyo”, afirmó Rommel Pacheco. También medallista en competencias internacionales, recordó que éste no es un hecho aislado, no es sólo de esta administración, es el camino recurrente de todos los gobiernos, del color que sean, que no apuestan al talento, que ven migrar a sus estrellas. Aunque, hoy más que nunca, las disciplinas no dispuestas a la ideologización se enfrentan con más frecuencia a estas narrativas que, en otros ámbitos, ha llegado a niveles más insospechados. Apenas hace unos días se cerró finalmente el caso contra los investigadores del Conacyt.
Por lo pronto, a los patrocinios que las nadadoras ya habían conseguido se les sumó Aeroméxico y Tupperware. Al menos de esta forma no habrá vía para que en la 4T se adjudiquen los triunfos.