Economistas del sector privado prevén que la carestía sea de 5.02% al cierre del año, mientras que el próximo será de 4.07%; también subió expectativa del PIB.
Excelsior
Por tercer mes consecutivo, las expectativas de inflación para este y el próximo año disminuyeron, aunque siguen por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico), que es 3.00% +/- un punto porcentual.
De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, se espera que la tasa del alza en los precios cierre el presente año en 5.02%, mientras que para 2024 llegaría a 4.07 por ciento.
Los especialistas también subieron a 2.00% el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) para el cierre de 2023 desde el 1.60% previo, mientras que para 2024 anticiparon un avance de 1.60%, dato ligeramente menor al pronóstico anterior, de 1.70 por ciento.
Además, para este año se anticipa la creación de 600 mil empleos formales, mucho menos de los 752 mil 748 generados en 2022.
De acuerdo con la encuesta aplicada por Banxico, los principales factores que obstaculizarán el crecimiento económico de México son la inseguridad, de acuerdo con 22% de las respuestas, además de la incertidumbre política interna y problemas de falta de Estado de derecho, con 14% cada uno.
ENCUESTA DE BANXICO: MEJORA EXPECTATIVA PARA LA INFLACIÓN
Las expectativas de inflación para este y el próximo año disminuyeron por tercer mes consecutivo, aunque siguen por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) que es 3.00% +/- un punto porcentual, revela la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado.
Según sus pronósticos, esperan que cierre el año en 5.02%, mientras que para 2024 prevén que se ubique ligeramente por arriba de la meta del banco central, en 4.07 por ciento.
Además, anticipan que la tasa de fondeo interbancario cierre este año en 11.00% desde el 11.25% de la encuesta pasada, lo que implicaría un recorte de 25 puntos base en lo que resta del año, en tanto que en 2024 prevén que se ubique en 8.50%, igual que en la encuesta de abril.
Los especialistas en economía del sector privado también subieron a 2.00% el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) para el cierre de 2023 desde el 1.60% previo, mientras que para 2024 anticiparon un avance de 1.60%, ligeramente menor al pronóstico previo de 1.70 por ciento.
Para el cierre de 2023 se anticipa la creación de 600 mil puestos de trabajo formales, cantidad por debajo de la reportada en 2022, cuando generaron 752 mil 748 puestos laborales con prestaciones de ley.
Para 2024 se anticipa la generación de 550 mil empleos formales, cantidad por debajo de los 556 mil previstos en la encuesta anterior.
El desempeño económico que se prevé para este año no será mayor debido a la gobernanza, de acuerdo con 62% de los encuestados, en tanto que 12% lo atribuye a las condiciones económicas externas.
A nivel particular, los principales factores que obstaculizarán el crecimiento económico de México son los problemas de inseguridad pública según 22% de las respuestas, además de la incertidumbre política interna y problemas de falta de estado de derecho con 14% cada uno.
De acuerdo con el órgano encabezado por Victoria Rodríguez, 47% de los especialistas encuestados advierte que actualmente es mal momento para realizar inversiones, 18% considera que es buen momento, mientras que 35% no está seguro.
PERO, SI NO SE REDUCE INFLACIÓN, HABRÁ ALZA EN TASAS
De acuerdo con la minuta de la última reunión de la Junta de Gobierno del banco central, en la que se decidió mantener la tasa de interés objetivo en 11.25%, uno de los integrantes dejó abierta la posibilidad para nuevos incrementos en caso de que la inflación no ceda.
Podría requerirse de algún incremento adicional a la tasa objetivo en caso de que la inflación no descienda”, expuso.
Sin embargo, añadió, que en caso de materializarse el descenso de la inflación, debe evitarse una postura demasiado restrictiva, por lo que eventualmente se evaluaría algún recorte de tasas.
Señaló que ello no sería un relajamiento, sino un ajuste para mantener la tasa real exante en un rango entre 6 y 7%, el cual estima consistente a la convergencia inflacionaria.
Opinó que mediante una guía prospectiva deben darse a conocer las intenciones futuras, puntualizando que estas son condicionales a los datos disponibles, por lo que no representan un compromiso inamovible.
Comentó que, aunque es aventurado anunciar que la postura restrictiva se mantendrá durante todo el horizonte en el que opera la política monetaria, se debe comunicar que dicha postura requiere ser mantenida por un tiempo extendido.