Alexis Massieu
Tras pagar 350 mil pesos por reparación del daño, y declararse culpable, el día de ayer un juez penal condenó a José Antonio Liñán, a pasar 25 años en la cárcel por el secuestro y homicidio de Alan Eduardo Rosales Castillo, cometido en el año 2017.
Fue mediante un procedimiento abreviado, que se puso fin al proceso penal en contra de José Antonio Liñán, identificado como la causa 86/2017, mediante una justicia pactada entre el Ministerio Público, la víctima indirecta, y la abogada del acusado, que acordaron la pena que se le iba a aplicar y la reparación que se tenía que hacer a cambio.
Como se recordará, y según trascendió públicamente, el 7 de abril del año 2017, en compañía de tres cómplices, dos de ellos identificados como Paulo y Ulises “N”, José Antonio Liñán, quien era escolta la esposa del entonces alcalde de Ciudad Frontera, llegó hasta el bar llamado El Perico, en la carretera 30, para secuestrar a la víctima, echándole una camioneta encima.
Alan Rosas Castillo, fue llevado a la antigua zona de tolerancia, donde tras darle una golpiza, le dejaron caer una piedra en la cabeza, provocándole una fractura craneoencefálica que le ocasionó la muerte, según reveló la necropsia practicada por el médico forense.
Debido a que el acusado estuvo prófugo durante algún tiempo, y a que se presentaron varios recursos legales en contra de las resoluciones de los jueces penales, incluyendo un amparo que obligó a las autoridades locales a reponer parte del procedimiento que se llevó en su contra, es que a poco más de 6 años del crimen, finalmente José Antonio Liñán, fue sentenciado y condenado, estando de por medio su confesión.