CIUDAD DE MÉXICO.-A partir del 5 de junio, una vez que concluya el proceso electoral del Estado de México y Coahuila, se prevé que los aspirantes presidenciales de Morena, PT y PVEM intensifiquen su proselitismo de cara al proceso interno.
Semanas atrás, el líder nacional morenista, Mario Delgado, anunció que entre el 8 y 10 de junio convocaría a las llamadas “corcholatas” para delinear la convocatoria con la que se elegirá al candidato a la Presidencia.
No se descarta que antes de ese encuentro, los contendientes se reúnan nuevamente con el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo hicieron hace un mes, el 28 de abril.
Por unos días, éstos hicieron una tregua para acompañar a los candidatos a la gubernatura mexiquense y coahuilense, incluso, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, cuyos equipos son los más enfrentados, estuvieron en el mismo cierre de campaña de Delfina Gómez, en Valle de Chalco, sin mantener mucho contacto.
El Canciller Ebrard ya anunció que el 5 de junio dará a conocer su propuesta para elegir al candidato.
“Lo que voy a hacer el día 5, en preparación a esa reunión (con la dirigencia), es presentar lo que pienso que podría ser la metodología y tiempos, etcétera, que pueda seguir Morena. Me imagino que mis colegas harán también sus propuestas”, afirmó hace unos días el Secretario de Relaciones Exteriores.
También plantea que los contendientes renuncien o pidan licencia a sus cargos públicos para enfrentar el proceso interno fuera del Gobierno o el Congreso.
La discusión sobre la ruta para definir al candidato presidencial tendrá un elemento fundamental: la orden del INE para que Morena frene el proselitismo de sus aspirantes en todo el País.
“Que se abstengan de realizar eventos en los que se promocione a los posibles aspirantes o a cualquier otro, con miras a posicionarlos de cara al proceso electoral federal 2023-2024, de asistir y participar en estos”, indica la resolución del INE, que incluye la prohibición de instalar lonas, mantas, microperforados, calcas para vehículos, espectaculares, pinta de bardas o entrega de propaganda utilitaria.
Mientras el Tribunal Electoral determina si la medida cautelar de los consejeros en procedente o no, la dirigencia nacional de Morena tendrá que considerar dicha restricción en la definición de su candidato.
La medida del INE adquiere mayor importancia debido a que el proceso interno de los partidos para elegir a su abanderado a la Presidencia estaba programado para iniciar en noviembre, por lo que los morenistas se adelantarán varios meses.
Por ello, “las corcholatas” deberán tener mayor cuidado en las actividades que realicen a partir del 5 de junio, a fin de no poner en riesgo sus aspiraciones.
Además del activismo, se prevé que los liderazgos de Morena comiencen a decantarse por los aspirantes. Y muestra de ello es el anuncio que hizo esta semana Pío López Obrador, hermano del Presidente de la República, de apoyar a Marcelo Ebrard, mientras su otro hermano Pepín apoya a Sheinbaum.
“Estoy absolutamente convencido de que es el mejor para darle continuidad a la Cuarta Transformación de la vida pública de México. ¡Ánimo, que con Marcelo vamos a volver a ganar!”, afirmó Pío, en un video.
En las últimas semanas, los Gobernadores emanados de Morena también han mostrado sus preferencias, y se prevé que los Mandatarios que no lo han hecho dejen ver su respaldo.
Este mes será determinante para el proceso interno de Morena, pues se prevé que después del 15 de junio, el Consejo Nacional apruebe la convocatoria.
Los primeros días de julio se registrarán todos los aspirantes, y los consejeros nacionales depurarán la lista, se prevé que queden entre 8 y 10, entre ellos el diputado petista Gerardo Fernández Noroña y el senador pevemista y ex Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.
La primera encuesta, que se efectuará entre julio y agosto, será para determinar quién es “la corcholata” más conocida, y en una segunda, a realizarse entre agosto y septiembre, se prevé estén cuatro liderazgos, de entre quienes saldrá el candidato.
Ambos ejercicios tendrán una cobertura espejo, de dos o tres encuestadoras privadas.