Por Wendy Riojas
Aun con dificultad para caminar, Macario Dávila García, el taquero que fue arrollado en el puente Cal y Canto de Monclova, acudió al exterior del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia para vender sus taquitos de olla.
Don Macario, colocó sus taquitos de olla, la salsa y la verdura en una mesa que le prestaron, luego de que el triciclo quedó inservible al ser arrollado por un camión de la Ruta Directo, de la colonia Hipodromo.
En la entrevista refiere “Aún me duele la pierna, la rodilla y aquí me cayeron brazas (señala el abdomen) y me cayó la salsa bien caliente, pero aquí andamos saliendo adelante” dice mientras despacha a la gente.
“Ayer venía a trabajar y de repente un camión se me cerró y me gancho el triciclo, ya no pude hacer nada…cuando menos acorde estaba en el suelo; perdí toda la venta de ayer, no vendí ni un solo taquito”.
Refiere que traía 38 docenas de 70 pesos (cada una) es decir que perdió más de 2 mil 500 peso, además de sufrir el daño de su triciclo y algunas lesiones en su cuerpo a raíz del accidente.
En la entrevista mencionó; “El chófer del camión me pagó los tacos y me dio para arreglar mi triciclo porque quedó muy dañado, está quebrado de abajo y le tumbó la sombra, ya tenía 6 ó 7 años con él, yo mismo lo compré”.
Dijo que tiene 20 años vendiendo taquitos de olla frente al DIF Municipal, la colonia Venustiano Carranza y la Colonia Primero de Mayo, incluso que lo conocen como el “Güero”, “el borrado” y “Macario”.
Y relata que el lunes por la mañana venía de su hogar, ubicado en la Colonia 21 de Marzo, cuando fue arrollado por el camión de la Ruta Directo a la altura del puente Cal y Canto, quedando los taquitos de olla regados en el pavimento.
Sin embargo ayer vivió en carne propia la solidaridad de la gente, ya que se organizaron mediante redes sociales para comprarle sus taquitos de olla, otros para darle dinero en efectivo y otros para ofrecerle ayuda para reparar su triciclo.
Don Macario relata; “Ahorita una señora me trajo 500 pesos, la señora Diana Salazar también me llevó ayuda y mucha gente que me vino a comprar mis taquitos de olla, les agradezco mucho, me dan ganas de llorar”.