Un adolescente y su padrastro que caminaban en el Parque Nacional Big Bend en Texas murieron cuando las temperaturas subieron a más de 48 grados Celsius el viernes, lo que equivale a la segunda marca más alta jamás registrada en el estado, durante una ola de calor que se extenderá al sureste esta semana.
“Estamos en un calor extremo en este momento”, dijo Thomas VandenBerg, un guardaparques en Big Bend, cerca de la frontera de Estados Unidos con México (al noroeste de Coahuila), donde otro excursionista murió recientemente por causas relacionadas con el clima extremo.
La peligrosa ola de calor de principios de verano ha batido récords diarios de temperatura en todo Texas y ha puesto a prueba la red eléctrica independiente del estado.
En Oklahoma, las altas temperaturas abrasaron una entidad azotada por tormentas que dejaron a decenas de miles, principalmente en el área de Tulsa, sin electricidad durante gran parte de la semana pasada.
Ayer ya se había restablecido la mayor parte de la energía y las temperaturas habían bajado a los 32 grados, pero se espera que suban a más de 37 grados nuevamente en unos días.
El índice de calor alto se ha registrado durante días en gran parte de Oklahoma y Texas. Se pronostica que el sistema se desplace lentamente hacia el este durante la semana, extendiendo el clima brutalmente cálido a Luisiana, Mississippi y Alabama.
Los meteorólogos dicen que el patrón podría continuar hasta el feriado del 4 de julio.