Alexis Massieu
Un nuevo “récord”, fue el que se estableció el día de ayer en el Centro de Justicia Penal, cuando en una misma audiencia, un delincuente fue imputado, vinculado a proceso, y sentenciado en menos de una hora y media.
Lo anterior, fue posible, gracias al acuerdo que logró la abogada del entonces indiciado Abraham “N”, Juanita Olalde, con la víctima, Isidro “N”, su asesora jurídica Brisa Villalobos, y con la Fiscalía General del Estado, mediante su agente, Clara Cristina Sánchez Dorado.
Dicho acuerdo, fue para celebrar una salida alterna consistente en un procedimiento abreviado, en el que el imputado, aceptaría su responsabilidad en los hechos, y llevaría a cabo una reparación del daño por 200 mil pesos en favor de la víctima, para obtener a cambio, un beneficio en la sentencia y ser condenado a 5 años de prisión.
Sin embargo, para poder llevar a cabo el juicio abreviado, era necesario agotar antes, la etapa inicial del procedimiento, razón por la que Abraham “N”, se presentó voluntariamente ante el Juez Oscar Cadena García, a fin de que le fuera resulta su situación legal.
Por esa razón, la agente del Ministerio Público, formuló una acusación en su contra por el delito de lesiones graves que dejan una disfunción, las cuales había cometido con ventaja y alevosía, al golpear con un barrote, y por la espalda a su víctima.
Cuando llegó el momento de la defensa, la abogada de Abraham “N”, adoptó una postura pasiva, él se negó a declarar, y ella le aconsejó que en vez de las 144 horas de plazo para aportar pruebas, le pidiera al juzgados que resolviera en ese momento, si lo iba a vincular o no a proceso.
Como había pruebas suficientes, el juez dictó un auto de vinculación a proceso, y por el tipo de delito, se decretó en contra de Abraham “N”, la medida cautelar de la prisión preventiva de oficio, sin embargo, el imputado no llegó a pisar la cárcel, ya que de inmediato, se solicitó al juez, darles la oportunidad de celebrar el juicio abreviado.
El afectado Isidro “N”, manifestó estar totalmente de acuerdo cuando se le dijo que como reparación del daño se le pagarían en total, 200 mil pesos, de los cuales 60 mil ya se le habían entregado antes de la audiencia, 25 se los darían en ese momento, y el resto lo recibiría en abonos mensuales 12 mil 500 cada uno.
Por su parte, Abraham “N”, dijo sí, a renunciar a su derecho a un juicio oral, y también cuando se le preguntó si admitía ser el responsable de los hechos de los que se le había acusado, razón por la que fue condenado a 5 años de prisión, los cuales purgará fuera de la cárcel, gracias a que ese tipo de penas admiten el beneficio de la libertad condicional.
Además de pagar el resto del dinero, durante los próximos 5 años, Abraham “N”, deberá mantenerse alejado de la víctima, abstenerse de realizar cualquier acto de molestia, firmar cada mes en la Unidad de Medidas Cautelares, no portar armas, y no cometer delitos de naturaleza dolosa, so pena de ser llevado a prisión para que cumpla con la sentencia tras los barrotes.
EL DELITO DE ABRAHAM “N”
Fue el 4 de marzo del año 2018, cuando al estar en su casa, en el ejido Sombrerete, en San Buenaventura, Isidro “N”, recibió la visita de su ex pareja Rosa Isela, quien llegó acompañada de su hermano José de Jesús, y de su concuño Abraham “N”.
Mientras ella platicaba con Isidro, pidiéndole que le diera la oportunidad de entrar a la casa para llevarse la ropa que había dejado, por la espalda, y armado con un barrote se le acercó Abraham, golpeándolo en la cabeza.
Estando en el suelo, entre Abraham y José de Jesús, continuaron golpeando a Hilario, con los puños y a patadas, para luego tomar el barrote y golpearle en repetidas ocasiones la mano derecha, “Agárrale la mano y quiébrasela”, les escucharon decir los testigos.
Fue en un segundo intento por escapar, que Isidro logró alejarse de sus agresores, mientras su ex pareja les gritaba que ya lo dejaran, tiempo que aprovecho para esconderse en el comedero para las chivas que tenía uno de sus vecinos.
Con ayuda de Roberto, uno de sus hermanos, quien fue alertado de lo que le había pasado a Isidro, fue llevado al Hospital Rural número 51 del IMSS, y de ahí, trasladado al Hospital General número 7 del Seguro Social en Monclova, donde pese a curar sus heridas, poco se pudo hacer con su mano derecha, que perdió la movilidad.
José de Jesús, fue el primero en ser llevado a juicio, y condenado por la agresión en contra de Isidro, de manera similar a lo que sucedió con Abraham, pero durante un procedimiento mucho más largo.