Fabiola Sánchez
Después de 10 años de angustiada y desesperada búsqueda madres de jóvenes desaparecidos cuyos restos de ambos fueron localizados en la fosa común, recibieron los féretros con sus hijos para dar velación y posteriormente el día de hoy cristiana sepultura.
Con atraso de más de 5 horas, el día de ayer llegaron los dos féretros sellados, donde fueron depositados los restos de Juan Manuel Montoya Ramón y Martín Francisco García Uribe, jóvenes que desaparecieron en el 2013 en esta localidad, los cuales fueron velados en la capilla funeraria de la CTM.
Con profundo dolor, pero gran resignación las madres de los dos jóvenes recibieron los restos de sus hijos a quienes buscaron en vida y en tierra y lamentablemente después de 10 años, sus restos fueron identificados de entre los cientos de personas sepultadas en la fosa común.
“Finalmente nuestro hijos regresaron, no como esperábamos, pero ya sabremos donde estarán, podrán descansar en paz”, lo expresó Nancy Elizabeth Ramón Hernández madre de Juan Manuel.
“Me negaba a aceptar que fueran sus restos o más bien no quería aceptar la realidad, pero no había duda, el ADN era el de él, ahora solo me queda resignarme”, con voz quebrantada lo manifestó Beatriz Mireya Uribe, madre de Martín.
El dolor de ambas madres, era notorio en su mirada, pero expresaban gran resignación, reconociendo que ellas nunca descansaron, siempre buscaron a sus hijos y tenían la esperanza de localizarlos con vida, pero lamentablemente el destino no estuvo a su favor.
Familiares y amigos de Juan Manuel y Marín García estuvieron presentes en la capilla funeraria acompañando a las madres de estos jóvenes, cuyos restos de ambos fueron depositados en féretros que permanecieron sellados.