CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA.- En medio de las presiones de la administración de Biden por las boyas con púas colocadas en las inmediaciones de Eagle Pass, el gobierno de Texas reforzó el alambrado en la frontera de Ciudad Juárez y el Paso contra el paso de migrantes irregulares.
Desde el viernes, una docena de militares de la Guardia Nacional estadunidense reforzaron la barricada de alambre de púas bajo el puente Internacional Reforma, aumentándola de dos a tres niveles dejándola con más de dos metros de altura.
“Es horrible ver esas púas, es algo psicológico que te quedas traumado” dijo a EFE la ecuatoriana Érika Macías con su bebé de seis meses en brazos, minutos después de acercarse hasta las barricadas y regresar llena de miedo a que su hijo sufriera lesiones con las navajas de la alambrada.
“De verdad esa alambrada yo la veo como algo inhumano, uno viene luchando desde varios países y uno pasa muchos traumas”, dijo el venezolano Eduardo Díaz mientras veía cómo un grupo de unos 15 migrantes sí logró cruzar la alambrada a pesar del riesgo que implica.
Tras un viaje de dos meses desde Ecuador, Érika dijo que se encontró con una realidad frustrante y desgarradora, parecida a una zona de guerra. Se acercó hasta el pie de las barricadas de alambre de navajas, donde le dio miedo que su hijo de seis meses pudiera salir herido en el intento de cruzar y mejor se regresó.
“Con una criatura es duro subirse, es muy peligroso para el bebé, más es por él, uno aguanta pero el niño no. Yo lloré, de verdad, ver tanto sacrificio… imagínese el bebé, yo no quiero verlo sangrar”, agrega con un nudo en la garganta.
Para Eduardo Díaz de Venezuela brincar la peligrosa barricada no es una opción.
“Yo no veo de buena manera esas barricadas, a cualquier persona que sea débil le causa un trauma psicológico, hay unos que han fallecido en la selva, los que llegan aquí ven esa barrera y se desmoronan”, agrega el venezolano
Expertos en el tema, ven esta acción como un desafío por parte del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, hacia el gobierno federal estadunidense, el cual demandó al texano por la colocación de 350 metros de boyas con púas en el Río Bravo.
Desde el lunes, día que inició la demanda contra Abbott, el Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió una orden judicial para impedir que Texas construya barreras adicionales en el río y también solicitó a un tribunal que ordene al estado que derribe las ya existentes por su cuenta.
Aunque la demanda fue puesta a raíz de las boyas, se han colocado estructuras metálicas de malla y alambradas con peligrosas navajas para impedir que los migrantes entren a territorio estadunidense y pidan asilo.