Se colapsa el Ave Fénix, se apaga poco a poco el calor que nos brindaba, no hay quien la salve, nadie dice yo, su futuro es muy incierto, lo que llegó a ser el imperio acerero más grande de América Latina, ahora está llegando a un punto irreversible de su existencia, se está cerrando el último capítulo de esta complicada etapa.
Seguramente vendrán otras, pero esta etapa está a punto de terminar, la acerera se ha reinventado varias veces en las diferentes etapas de su historia.
Fue dirigida por políticos de todo tipo, por empresarios voraces, por expertos del tema, ha tenido líderes sindicales que no siempre representaron los intereses del trabajador, la acerera ha sido la manzana de la discordia por toda su existencia y lo que hoy le está pasando no es diferente, es lo mismo pero en otra época, es de nuevo generado por intereses de grupos que se disputan su control, intereses económicos, políticos, sindicales, de poder, de venganza, que no benefician a nuestra región ni a sus trabajadores, se toman decisiones sin importar consecuencias a la economía regional, además de sus trabajadores, están sus familias, están los ciudadanos que vivimos de la gran cadena productiva que la vocación acerera produce, están comunidades enteras que tendrán que adaptarse o emigrar a otras regiones buscando nuevos horizontes para proteger y aspirar de nuevo a tener satisfechas sus necesidades más apremiantes, algunos obreros, otros comerciantes, profesionistas en sus diferentes especialidades, empresarios a los que se les acabó, junto con la acerera, su actividad esencial, esto no es nuevo en el mundo, hay registros de colapsos en diferentes sociedades, aquí mismo en Monclova, en otros estados del país y en otros países también, no es nuevo lo que nos pasa, ahora tenemos que aprender de nuestro pasado y de las experiencias exitosas de otros latitudes en el mundo que han sufrido casos como el de nuestra región.
No podemos quedarnos con los brazos cruzados y dejar que el tiempo se encargue de solucionarnos los problemas, ni podemos permitir que los intereses de grupos externos decidan nuestro futuro, el de nuestros hijos y nietos, todos con nuestro granito de arena podemos colaborar a conservar lo que tenemos, lo que nos queda y que en verdad es mucho.
Hemos logrado diversificar nuestra vocación económica, empresarial y social, tenemos que mirar hacia nuevas oportunidades, tenemos que crear y rediseñar nuestro destino, pero no dejarlo al desinterés, ocupémonos, empresarios, políticos, trabajadores, hombres y mujeres de todas las actividades, todos juntos siempre hemos podido salir adelante de los problemas que hemos tenido y otros que puedan surgir por los acontecimientos ya conocidos por todos, tengamos fe en lo que hemos construido, porque Monclova y la región somos más fuertes que nuestros problemas.
¿Quién tiene la culpa? Pues hay muchas teorías, el desaseo financiero, la venganza y persecución política, la lucha del poder sindical, entre otras, el daño ya está hecho, ahora a seguir adelante, esto no se ha acabado, ni se acabará, hay mucho por hacer y no podemos rendirnos, abramos los ojos y luchemos por nuestro futuro y de nuestras familias, el poder está en nuestras manos, tenemos un gran estado y nuestra región es de extraordinarios ciudadanos, aquí viven nuestros familiares y amigos, defendamos nuestra tranquilidad y paz, que siga lo que está bien y busquemos cambiar en lo que hemos fallado y esto aplica para todo y todos, no dejemos solos a nuestros dirigentes y sumémonos a mejorar nuestro entorno social, “no le busquemos tres pies al gato”, Coahuila es de los mejores estados para vivir, defendamos a nuestro terruño, porque aquí queremos seguir viviendo y en lo personal aquí terminaré mi vida el día que me llame DIOS.
Melchor Sánchez De La Fuente