CIUDAD DE MÉXICO.-La Universidad Nacional Autónoma de México se alista para iniciar el proceso de elección de su nuevo Rector y, frente a ello, preocupan las tensiones que se han generado con el Ejecutivo federal.
Especialmente, en el cuerpo directivo, indica Hugo Casanova Cardiel, coordinador del Consejo Académico del Área de las Humanidades y de las Artes de la UNAM.
«No es cómodo enfrentar presiones discursivas una mañana sí, y otra mañana no», asegura el académico e investigador de la Universidad.
Casanova Cardiel afirma que en términos discursivos han sido constantes las declaraciones por parte del Ejecutivo en torno a la UNAM, al Gobierno universitario e incluso a la sucesión del rectorado, la cual dará inicio con la publicación de la convocatoria mañana, 21 de agosto.
«Ha habido algunas declaraciones que no dejan de preocuparnos; pero no ha habido una injerencia y así esperamos que siga siendo».
Asegura que el proceso para la próxima elección de Rector, una vez que concluya el periodo de Enrique Graue, actual rector de la Universidad por ocho años, toma bien parada a la UNAM.
«Lo asumimos como un proceso regular; la Universidad ha tenido decenas de relevos en el cuerpo directivo y no impide el trabajo académico, el cual está operando de manera muy pacífica.
«El proceso de transición del Gobierno universitario está hasta el momento ocurriendo de una manera muy regular y sin mayores sobresaltos. La UNAM está trabajando de manera intensa, estamos iniciando un nuevo semestre, académicamente la universidad está en una fase de actividad normal e intensa. No hay nada que nos inquiete», afirma.
Sobre la demanda que han hecho universitarios en torno a que para la elección del Rector participe toda la comunidad, y la elección no recaiga únicamente en la Junta de Gobierno, explica que no sería posible cambiar las reglas del juego cuando ya se tiene el proceso sobre la marcha.
«Es importante que en la Universidad se ponderen sobre la mesa muchas opciones, pero lo cierto es que la normatividad no es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana. En este momento no podríamos cambiar las reglas para que la elección del rectorado se modifique. Está bajo un esquema de Junta de Gobierno, de que 15 personas que representan a la comunidad se expresen y elijan a quien va a dirigir la institución y ese es el proceso que se debe seguir.
«La democracia de la Universidad, las decisiones se toman a partir de criterios de representación, no a partir de voto directo. En las democracias que conocemos es un ciudadano un voto, es como opera. En la Universidad se ha optado una fórmula de representatividad, la comunidad se representa en el Consejo Universitario y éste nombra a los miembros de la Junta de Gobierno; (aunque) hay diferentes mecanismos para nombrar a los miembros de la Junta de Gobierno. Estos 15 personajes que representan a la comunidad son los que en un momento dado se ponen de acuerdo y deciden la elección del Rector o Rectora».
Destaca que ese es el esquema que hasta ahora existe y el cual puede cambiar, pero, a días de que se publique la convocatoria, sería muy difícil plantear un cambio de modalidad.
Precisa que esta modalidad la implantó el Legislativo en la Ley Orgánica de 1945. «Casi ocho décadas en que se instituyó la Junta de Gobierno como el instrumento que toma la representatividad de toda la comunidad y designa a quién ha de dirigir a la institución».
Los retos del nuevo Rector
Uno de los principales retos de quien suceda a Enrique Graue es que logre articular el trabajo de una comunidad que suma alrededor de 400 mil personas, considera Casanova Cardiel.
«El reto es tener una gran sensibilidad para articular todas esas voluntades de las más diversas especialidades académicas; es saber entender un País que está en un proceso de transformación muy importante. No es el México que estaba relativamente quieto en décadas pasadas; es un México que enfrenta una transformación social de gran relevancia.
«Un reto muy importante es saber entender las enormes asimetrías sociales de México. Es una Universidad que tiene que responder a un reclamo social creciente. No es un solo reto, sino una conjunción de retos sociales, académicos, tecnológicos, políticos, de gran relevancia».
Indica que para ello se requiere una personalidad con mucha fuerza y con una gran sensibilidad para atender estos retos.
