CIUDAD DE MÉXICO.-El sacerdote de Apatzingán Gregorio «Goyo» López dijo haber perdido la fe en ver un Michoacán con narco-gobierno y con una delincuencia que ha tomado el control en los últimos meses.
Entre 2013 y 2016, el «Padre Goyo» impulsó la formación de grupos de autodefensas para combatir a los criminales, algo que no fue bien visto por los líderes católicos.
En entrevista con REFORMA acusa que el narco ahora controla los productos básico que se consumen en la región.
«Por la extorsión en la canasta básica, el pollo está a 180 pesos, cuando debe estar a 90 pesos; el huevo debe estar a 40, y está a 80 pesos; la tortilla debe estar a 16, y ahora está a 32 pesos, y también está el frijol, la carne, todo lo que es comerciable está monopolizado, la cerveza, el vino, los licores. Igual el robo de combustible, del ducto que va a Lázaro Cárdenas, obligan a comprarlo a gasolineros. El taxista paga cuota, el transportista paga, la que vende elotes, la que vende cena», dijo en entrevista.
«¿Sabes cuántas cantinas han abierto en Apatzingán, antros?. 50, hay 50 en una pinche ciudad que tiene 10 cuadras, sabes cuántas son de (José Luis) Cruz Lucatero (Alcalde morenista de Apatzingán), 35.
«La prostitución también aumentó. A mujeres menores de edad, de secundaria o preparatoria las levantan en redadas para llevarlas a donde están los capos, pero para que no se quejen, les pagan, es una cosa fuera de lo normal, es algo inaudito, que si yo le cuento a un Europeo, van a decir que estoy inventando, pero es real».
Y en lugar de disminuir, los grupos delincuenciales crecieron de 8 a más de 30 en Michoacán, dijo, bajo el amparo de un partido político que realiza ‘abrazos y no balazos’.
Por Oscar Uscanga
Agencia Reforma