Faustino Silva no puede ocultar la desesperación y tristeza ante la falta de ingresos entre los trabajadores, por la crisis político-legal que atraviesa AHMSA
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Con la depresión reflejada en el rostro, Faustino Silva, sindicalizado de Altos Hornos de México, de 58 años de edad, afirmó que la ausencia o escasez de dinero de los trabajadores de la siderúrgica ya es inaguantable, reprobó que ayer el presidente López Obrador presumió que enviaría ayuda material a mexicanos residentes en EU que enfrentan en Florida un huracán.
El sollozo que encalla en la garganta le ocasiona voz con cortaduras, ojos enrojecidos y humedecidos, en este cuadro aseguró que conoce trabajadores jóvenes de Altos Hornos de México que aún están en duda de enviar a sus niños a la escuela porque no han conseguido dinero para útiles escolares, ropa, cuotas, y que además no vayan a clases con el estómago vacío.
El trabajador del departamento Peletizadora de la Siderúrgica II de Altos Hornos de México, añadió que los trabajadores –chambean- en lo que sea desde ayudantes en obras de construcción hasta venta de alimentos, cualquier actividad que sea un paliativo frente a la sequía financiera en el hogar a más de ocho meses de inactividad en la empresa, y con 17 semanas sin recibir salario.
-El presidente López Obrador dijo ayer que examina enviar ayuda material a los mexicanos que residen en Florida, Estados Unidos, que están siendo golpeados por un huracán, ellos tienen allá salarios, prestaciones en dólares, casas resistentes, en cambio, aquí estamos totalmente abandonados con una verdadera poderosa tormenta- puntualizó el sindicalizado de la Sección 288.
-Que voltee el presidente a ver a Monclova que es una zona donde parece que los obreros de AHMSA moriremos de hambre, a muchos no nos quieren en las empresas por la edad, en mi caso tengo 58 años y he batallado bastante- expuso.
Consideró, Silva, que el problema va para largo de ser resuelto; -he visto llorar trabajadores jóvenes y viejos, no sabemos que irá a pasar, otros enfrentan preocupación porque hay enfermos en casa y no tienen dinero para las medicinas.