Lejos de que ser desorganizado sea una muy mala práctica, puede tener un significado alarmante
EL HERALDO DE MEXICO. 5 minutos hacen la diferencia para salir de casa y llegar a tiempo al trabajo. Si tenemos habitación, sala, baño, escritorio o clóset desordenados será más difícil encontrar nuestras pertenencias y salir a tiempo para abordar el transporte que nos trasporte al centro laboral. Lejos de que ser desorganizado sea una muy mala práctica, puede tener un significado alarmante.
El clóset es un mueble con puertas y estantes para guardar ropa y otros objetos, pero en ocasiones también es una caja fuerte con cierta cantidad de dinero, joyas o nuestros más profundos secretos. Entre todo lo que le cabe al armario, olvidamos que tenemos diversas prendas sin usar -y que podrían servirle a alguien más si las donamos-, objetos que ya no sirven, entre otros artículos que solo ocupan espacio y facilitan el desorden, el cual puede definirse como un estado de confusión o alteración de algo: espacios públicos, hogares o en el propio aspecto.
¿Qué significa tener el clóset desordenado?
Seguramente, por lo menos alguna vez en la vida, todos hemos convido con alguien desordenado o uno mismo lo es. Más allá de ser una simple característica de personalidad, tiene un significado mucho más profundo. Algunos expertos en la conducta humana aseguran que cuando una persona comienza a ser desordenada se debe a diversos motivos, como estrés, apatía, problemas de comunicación o incluso depresión. Además, algunos otros interesados en el tema aseveran que no tiene el mismo significado tener desorden en la habitación, en la sala o en la oficina.
Para la coach y terapeuta Vero Banega, el acumulamiento de cosas en el hogar y el desorden están relacionados a diferentes clases de miedos: como miedo al cambio, miedo, a ser olvidado o a olvidar, miedo a la carencia, que a la vez simbolizan confusión, falta de enfoque, caos, inestabilidad y puede significar incertidumbre acerca de tus metas o identidad.
«Si hay desorden en el armario, el mensaje es que no se tiene el control sobre el análisis y el manejo de las emociones», aseguró la terapeuta.
La coach menciona que independientemente del tiempo que tengamos para ordenar, o del espacio que tengamos en la casa, el desorden está mostrando algo más. Lo anterior deriva en un problema que crece como una bola de nieve y que es importante saber detectar para conseguir un hogar agradable y sentirnos bien en nuestro propio entorno.
Por otro lado, la Universidad de Harvard confirmó que el entorno físico del lugar donde habitamos o trabajamos tiene un efecto significativo, pues «cuando nuestro espacio es un desastre, nosotros también». De acuerdo con la prestigiosa institución, tener desorden en la habitación influye significativamente en la cognición, emociones y comportamiento, afectando nuestra toma de decisiones y nuestras relaciones con los demás.
«Los espacios desordenados pueden tener efectos negativos en nuestros niveles de estrés y ansiedad, así como en nuestra capacidad de concentración, nuestras elecciones de alimentación y sueño», se lee en la publicación de la prestigiosa institución.