Los oficiales preventivos “son estirados” por la FGE, relacionados con el reciente crimen de un joven, quien fue decapitado
Staff
La Prensa
Dos policías municipales, uno de ellos con el puesto de comandante, están siendo investigados en la FGE, por su probable participación en un brutal homicidio en el que la víctima fue decapitada, tras descubrir las autoridades un aparente vínculo entre los agentes preventivos, y uno de los 2 autores materiales que ya fueron vinculados a proceso y se encuentran detenidos en el penal de Saltillo.
Se trata del Comandante José “N”, y su segundo al mando, el Oficial Luis Osvaldo “N”, quienes fueron llamados a rendir cuentas a las instalaciones de la Delegación Centro de la Fiscalía General del Estado, el pasado 13 de septiembre.
Si bien, al día de ayer, no existe un pronunciamiento oficial por parte de la FGE, sobre la relación que tienen los elementos de la Policía Municipal con el crimen, se sabe que fue tras la detención de Luis Eduardo “N”, el segundo de los presuntos homicidas en ser llevado a juicio, que salieron a relucir sus nombres, aparentemente por que le encontraron algunos mensajes.
Como se recordará, fue el pasado 14 de agosto que según las investigaciones, la víctima fue salvajemente atacado con un arma blanca, con la cual le hirieron en más de 100 ocasiones y la decapitaron, siendo encontrados los restos de Eduardo Ibarra de la Cruz, al interior de una casa en obra negra, en la colonia Valle Oriente, en los límites con La Rivera, a la mañana siguiente.
Tras recabar pruebas suficientes, los elementos de la Agencia de Investigación Criminal, detuvieron a, primero de los presuntos asesinos, Víctor Manuel “N”, y una semana más tarde, el pasado 28 de agosto, fue arrestado Luis Eduardo “N”, ambos presentados ante el juez, vinculados e internados en el CERESO de la capital del Estado.
Fue el último arresto, el que aparentemente abrió la “caja de pandora”, revelando la supuesta participación de 2 elementos de la corporación preventiva, y de una o 2 mujeres que también estaría coludidas, al grado de que en represalia, a los agentes ya en una ocasión les habían baleado la patrulla, lo cual, tampoco ha sido corroborado por las autoridades.