Gracias a la magia de la radio, con sus voces hacen mejores los días de sus radioescuchas, con sus rolas les ponen ritmo y sentimiento a tus jornadas, pero sobre todo son los amigos con los que conectas cuando sintonizas la 104.1 de FM, son las voces estelares de la Furia del Norte.
Vianey Romo, Baldo Picazo y Wicho Puente, comparten con Periódico La Prensa, “un trocito de vida”; cuentan sus inicios como locutores, algunos tragos amargos y hablan sobre el hermoso trabajo que tienen al estar detrás del micrófono
Alexis Massieu
La Prensa
LA ENTREVISTA CON BALDO
¿De dónde salió es Baldo Picazo?
De Monclova, de la San Francisco, barrio que me vio nacer con los audífonos puestos, siempre los traía, con los walkmans y sus casetes, yo era de los que me gustaba grabar mi propia música, en aquellas ocasiones en la radio escuchaba a J.R. con su hora del Estudiante, a Pablo Bustamante o a Lalo Rodríguez.
¿Y la radio… cómo pasó?
Los audífonos los traía siempre, yo empecé de sonidero en eventos sociales, y entonces me llamaron la atención los antros, y me dieron una oportunidad en el Acrópolis, y ahí fue que le llamé la atención a un empresario, era un baile del recuerdo, y llegó Don Melchor Sánchez De la Fuente, me vio trabajar, y me preguntó qué de dónde era, me gustaría echar una platicada contigo, agregó. Ahí está este juguete, me dijo, y era La Furia del Norte, indicándome que arrancara con mi proyecto y que le pusiera nombre, y lo llamé “Los Amos de la Noche”.
Duré cerca de 20 años trabajando de 9 a 2 de la mañana, con muchísimas locuras, entrevistas, bromas, fue prendiendo cada vez más este asunto, y me empezó a gustar, siendo yo un médico veterinario, tipo sencillo, además de darle como Chef a la onda de la comida, ya tengo 24 años en la locución.
¿Hubo situaciones difíciles?
Puse una pausa, durante algún tiempo por un golpe muy duro en el corazón cuando perdí a mis gemelitas, y poquito después, se nos fue mi madre, y yo me dije que ya no quería nada aquí, y nos fuimos a Estados Unidos… luego comenzó a darnos ánimos la raza, y pudimos salir adelante, aquí había dejado la puerta abierta, y pudimos regresa a la Furia del Norte.
Todo lo que he aprendido de gente con muchísima experiencia como Don Melchor Sánchez, y su padre Melchor Sánchez Dovalina, son cosas que trato de transmitírselas a los radioescuchas.
Mi madre ya no está con nosotros, pero tenemos a mi padre dándolos el mismo consejo de siempre a mí, y mis hermanos, échale ganas, échale ganas échale ganas. Mi trabajo, lo que hacemos todos los días, lo hacemos de corazón.
Soy un Baldo que ha madurado, feliz, echándole ganas, tienes buena oreja me dijeron hace tiempo, tema musical que programas, tema que lo echas a andar, soy un tipo grosero al aire, lo saben mis patrones, pero soy de buen corazón me preocupan las personas que no tren ni un peso en la bolsa, ese es Baldo Picazo, cada día echándole más ganas… de sol a sol.
Foto Alexis 63
Con su indistinguible voz, Baldo Picazo es uno de los locutores favoritos de La Furia del Norte y de la región.
LA ENTREVISTA CON VIANEY ROMO
¿De dónde es originaria Vianey?
De Praderas, ahí crecí, me casé y me cambié de casa, pero no de colonia, hija de Oscar Romo, quien fue obrero de AHMSA, y partió de éste mundo hace ya 25 años, y de Esperanza López, quienes nos tuvieron a mí, y a mi hermano mayor.
Estudié en el Instituto Universitario del Norte y me gradué como Contador Público, y por una causalidad llegamos a la locución, un día vi un anuncio en un medio de comunicación que decía se solicita personal en el área administrativa que tenga facilidad de palabra, y yo necesitaba trabajo, antes trabajaba en la casa de valores contando dinero, y pensé que el empleo que ofrecían no sería muy diferente.
¿Cómo fue tu llegada a la Furia?
Cuando llegué, me explicaron que el empleo era para el área de locución, y quien ahora es mi jefe me preguntó, ¿te animas?, pues si te animas tú le contesté, porque yo no soy locutora, y me dijo que sí, y me citó al día siguiente a las 6 de la mañana, y ahí fue mi primera vez en una cabina y frente a un micrófono.
Soy sobrina de Pablo Romo, pero cuando me hablaron de que el trabajo era de locutor, no quise decir que Pablo era mi tío, porque no quería que por esa razón me dieran el empleo, ya fue hasta después, con el contrato ya firmado, que se los comenté.
¿Un apellido con Furia?
A Pablo Romo lo había escuchado muchísimas veces, pero nunca había estado con él en una cabina de radio, es el orgullo de la familia, pero la verdad es que nunca imaginé estar en la cabina en la que él estuvo durante muchísimos años, y mucho menos haciendo el trabajo que él realizaba.
Ya son 5 años trabajando en la Furia del Norte, nunca antes… jamás había hablado yo al aire.
¿Te gustó entrar al aire?
Sí, se ha desocupado en diversas ocasiones una vacante en el área contable, y se me ofreció el puesto, pero no me quise cambiar, estoy enamorada de los micrófonos, la locución es un trabajo apasionante, divertido y emocionante, al grado que no parece trabajo.
¿Cómo es la relación con los radioescuchas?
A la mayoría de ellos no los conozco, pero hace algunos años recibí un maravilloso detalle, era un par de aretes de parte de un radioescucha que me dijo, que le habían pertenecido a su mamá, la cual había fallecido, y que no tenía más familia, quiero que tú te los quedes me dijo en esa ocasión, él es una persona mayor que es invidente, y ese fue un gesto, un detalle que se quedará conmigo para siempre, que me anima a seguir adelante.
¿Una voz inconfundible?
Además de mi trabajo como locutora, me desempeño como capacitador en el INE, entonces, en alguna ocasión me tocó que al llamar a una puerta, sale la persona y me dice usted es Vianey Romo, la escuché en la mañana, y eso es algo que no deja de sorprenderme.
Generar un vínculo con la gente mediante la magia del radio y la voz del locutor, sirve para muchas cosas, hay un grupo de paisanos en Oklahoma que nos escuchan vía internet, los cuales, en muchas ocasiones se cooperan y nos mandan regalos para que se los entreguemos a los niños en su día, por señalar un ejemplo, y es que son de San Buenaventura, y les gusta sentir ese acento norteño.
¿Cuál es tu música?
Antes de entrar a trabajar en La furia del Norte, no escuchaba este tipo de música grupera, y ahora estoy enamorada de ella, y en cuanto a programar las canciones, tomo mucho en cuenta lo que la gente pide, lo que esté de moda, buscando que los temas en mi programa sean relativos al amor o al desamor, y así le imprimimos un sello.
¿Cómo es ser madre y locutora a la vez?
Corriendo todo el tiempo… mis niños y mi esposo están orgullosos de mi trabajo, me comprenden, y siempre tratamos de no descuidar ninguna de nuestras obligaciones, en la casa y en el trabajo, y algo que me ayuda mucho de ser la primera en arrancar el día, con los radioescuchas de la Furia, es que el horario se acopla muy bien con las actividades del resto de la familia, con los niños en la escuela y mi esposo en su trabajo.
¿Un plan de vida?
Son 5 años ya, y esperamos continuar por mucho tiempo más, porque no es algo que yo sienta que es un trabajo, pienso que me pagan por ocuparme de mi pasatiempo favorito, y si pudiera regresar en el tiempo, cambiaría la carrera que elegí, muy posiblemente por la de comunicación y volvería a ser locutor.
Alexis 63 A
Vianey Romo encontró en La Furia del Norte, su pasión por la locución.
LA ENTREVISTA CON WICHO PUENTE
¿Originario de dónde?
Soy originario de Monclova, mis padres igualmente, tengo tres hermanas, y dos hijos, un adolescente y otro más pequeño de 2 años y medio, y al mayor le late la música, aunque actualmente la ve como un pasatiempo, pese a que toca mejor el teclado que yo, no sabemos si más adelante se vayan animar y dediquen su vida a la música y a la locución.
¿Cuándo comenzó tu historia en la Furia?
Fue hace 8 años que me hicieron la invitación, alguien cercano a Don Melchor Sánchez De la Fuente, un amigo en común me dijo que estaba buscando voces nuevas, y vine a hacer un casting, estuve al aire media hora, presentando canciones, diciendo la hora y la temperatura, y me sentí nervioso, pese a que tengo muchos años de ser músico e interactuar con el público, pero es muy diferente estar en una cabina.
Sentía que estaba hablando sólo, al principio fue muy difícil, te soy bien honesto, no pasaba nada con lo de ganarme al público, en los primeros 2 o 3 meses no pasaba nada, no recibía ni llamadas. La radio te obliga a reinventarte constantemente para poder atraer la atención del radio escucha, con su magia, son muchos los que al conocerme me dicen… yo te imaginaba de otra forma.
Me acuerdo mucho de un tío, de un hermano de mi mamá que ya no está con nosotros, y que trabajó como locutor en otra estación, y me cambié el apellido poniendo primero el de mi mamá, en honor a mi tío, y a partir de ahí como que a la gente le empecé a llamar la atención.
¿Cuál es la música de Wicho Puente?
La música que a mí me gusta, no es necesariamente la que vaya a programar, debemos estar abiertos a lo que le gusta a los demás, y eso es el 80% o más de lo que suelo programar, es la gente la que define nuestra programación
Ser músico me ha ayudado mucho en las entrevistas con los artistas invitados, grandes leyendas de la música, al grado que se llegan a sentir más cómodos, diciéndome, tu sí nos entiendes, y eso es una gran ventaja, hasta cuando los géneros son muy diferentes, como fue con músicos clásicos que fueron a promover un evento en la radio
¿Te imaginaste que sería un proyecto de vida?
Para nada, aunque de alguna manera lo supe desde el primer momento que estuve en la cabina, siempre tuve contacto con los medios, por mi trabajo como músico, cuando me invitaban a estar en cabina o en algún estudio, pero no es lo mismo ser el invitado a tener que conducir el programa.
De aquí soy, y dejé entonces mi otra carrera como profesor de educación artística, y enfocarme más a los medios de comunicación hay que hacer lo que más nos guste en la vida.
El cariño de la gente me sorprende, público de todas las edades, y alguno por ahí te llevaba un refresco, pero en una ocasión tendiendo personajes en un programa nocturno un colega y yo, llegaron unos policías, diciendo que querían conocer a las muchachas que teníamos en la cabina, pero éramos sólo nosotros jugando con las voces.
A lo largo de éstos 8 años hemos cambiado mucho y seguimos en ese proceso de seguir innovando, fuimos pioneros en La Furia, en hacer transmisiones por redes sociales, para no quedarnos estancados estamos en constante cambio.