La práctica de esta disciplina frenaría la progresión de esta enfermedad, además de reducir la necesidad de medicación a largo plazo, según una reciente investigación. Cuáles fueron las mejoras que advirtieron los expertos
El tai chi, el arte marcial chino que combina movimientos suaves muy lentos con técnicas de respiración, concentración y relajación, puede frenar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad de Parkinson durante varios años, reveló una investigación publicada en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry. Los hallazgos asociaron su práctica con una progresión más lenta de la enfermedad y dosis más bajas de los medicamentos necesarios a lo largo del tiempo.
Esta enfermedad es la afección neurológica de más rápido crecimiento en el mundo. Según la organización benéfica Parkinson’s UK, los síntomas comienzan a aparecer cuando el cerebro no puede producir suficiente dopamina para controlar el movimiento adecuadamente.
Qué es el Parkinson
Según el doctor André Felício, neurólogo e investigador médico del Hospital Israelita Albert Einstein de São Paulo, Brasil, “el Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta con mayor frecuencia a hombres de entre 60 y 65 años o más”. “Una de las características más asociadas a la enfermedad es el temblor de brazos y piernas, incluso en reposo, además de inestabilidad y falta de equilibrio, rigidez articular y lentitud de movimientos. El ejercicio físico juega un papel neuroprotector, frenando la progresión de la enfermedad”, señaló en el portal del hospital.
Asimismo, el doctor José Bueri, consultor del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral y docente en la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, especialista en Parkinson y trastornos del movimiento, “muchos estudios indican que hay múltiples beneficios en la práctica de tai chi. Si bien no frena el avance de los síntomas en pacientes diagnosticados con Parkinson, sí logra enlentecer su progresión”, expresó a Infobae.
Asimismo, el doctor José Bueri, consultor del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral y docente en la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, especialista en Parkinson y trastornos del movimiento, “muchos estudios indican que hay múltiples beneficios en la práctica de tai chi. Si bien no frena el avance de los síntomas en pacientes diagnosticados con Parkinson, sí logra enlentecer su progresión”, expresó a Infobae.
También se realizó un seguimiento de la extensión del movimiento y otros síntomas, como la función del sistema nervioso autónomo (que incluye deposiciones, problemas urinarios y cardiovasculares); estado de ánimo, calidad del sueño y cognición; y la prevalencia de complicaciones, como disquinesia (movimientos involuntarios); distonía (tono muscular anormal); disminución de la capacidad de respuesta al tratamiento farmacológico con el tiempo; defecto cognitivo leve; alucinaciones. También se realizó un seguimiento del síndrome de piernas inquietas utilizando escalas validadas.
La gravedad de la enfermedad, el uso de medicamentos, el sexo, la edad y el nivel educativo fueron similares en ambos grupos. La progresión de la enfermedad fue más lenta en todos los puntos de seguimiento en el grupo de tai chi, según lo evaluado por tres escalas validadas para evaluar los síntomas generales, el movimiento y el equilibrio.
El número de pacientes que necesitaron aumentar su medicación en el grupo de comparación también fue significativamente mayor que en el grupo de tai chi: 83,5% en 2019 y poco más del 96% en 2020, en comparación con 71% y 87,5%, respectivamente. Además, la función cognitiva se deterioró más lentamente en el grupo de tai chi al igual que otros síntomas relacionados con el movimiento, mientras que el sueño y la calidad de vida mejoraron continuamente.
Y la prevalencia de complicaciones fue significativamente menor en el grupo de tai chi que en el grupo de comparación: disquinesia 1,4% frente a 7,5%; distonía 0% frente a 1,6%; alucinaciones 0% frente a poco más del 2%; deterioro cognitivo leve 3% frente a 10%; síndrome de piernas inquietas 7% frente a 15,5%. Caídas, mareos y dolor de espalda fueron los tres efectos secundarios informados por los participantes del estudio, pero todos fueron significativamente menores en el grupo de tai chi. Si bien 23 personas sufrieron una fractura, todas ocurrieron durante la vida diaria y fueron menos en el grupo de tai chi: 6 frente a 17.
Este es un estudio observacional y, como tal, no puede establecer causa y efecto. Los investigadores también reconocen que el número de participantes del estudio fue relativamente pequeño y no fueron asignados aleatoriamente a su grupo. Pero concluyen: “Nuestro estudio ha demostrado que el tai chi conserva el efecto beneficioso a largo plazo sobre la enfermedad de Parkinson, lo que indica los posibles efectos modificadores de la enfermedad sobre los síntomas motores y no motores, especialmente la marcha, el equilibrio, los síntomas autónomos y la cognición”.
Y añaden que “el Parkinson puede empeorar progresivamente la función motora y los síntomas no motores con el tiempo, lo que produce discapacidad e influye en la calidad de vida. El efecto beneficioso a largo plazo sobre la enfermedad podría prolongar el tiempo sin discapacidad, lo que llevaría a una mayor calidad de vida, una menor carga para los cuidadores y un menor uso de medicación”.
El tai chi y el Parkinson: la opinión de los expertos
El doctor Lisandro Olmos, especialista en rehabilitación neurológica y director de Rehab Center, exdirector médico del Centro de Rehabilitación FLENI, Sede Escobar, explicó que existen varios estudios de metaanálisis que evidencian la importancia de la actividad física como parte del tratamiento del Parkinson.
“El citado es un estudio interesante que se realizó en China y compara en pacientes con enfermedad de Parkinson la intervención en términos de actividad motora mediante el entrenamiento con tai chi versus un grupo de pacientes que fue utilizado como grupo control sin actividad física, sin ejercicio. El estudio muestra beneficios desde el punto de vista de la capacidad motora de los pacientes con Parkinson y la necesidad de utilización de menor dosis de drogas antiparkinsonianos como la levodopa”, expresó el experto.
Por su parte, Bueri añadió: “Hacer actividad física como tai chi mejora la postura, la fuerza muscular de piernas y muslos, la alineación corporal y el equilibrio. Además, relaja y da más control sobre la respiración. Para pacientes con parkinson, que es una enfermedad predominantemente motora, este tipo de iniciativas colabora en mejorar su calidad de vida”.
Mientras que Felício sumó: “El abordaje del Parkinson tiende a ser multidisciplinario, con profesionales que ayudan en la rehabilitación, como fisioterapeutas, logopedas, educadores físicos, dentistas y trabajadores sociales”.
En palabras de Bueri, es recomendable que los pacientes con Parkinson hagan alguna forma de actividad física, cada uno dentro de sus posibilidades, dos o tres veces por semana de entre 40 minutos y una hora cada vez. “La actividad física es un complemento que hace una diferencia y favorece al tratamiento con el correr del tiempo. La práctica de tai chi podría ser una buena opción porque es accesible, se puede hacer en cualquier lugar y no implica una exigencia física elevada”, expresó.
Y añadió: “Complementar los tratamientos médicos con diversas formas de actividad física tanto tai chi como otras, como bailar tango, y hasta artes marciales como karate o taekwondo también son beneficiosas. Todo lo que sea actividad física mejora el estado anímico, da relajación, ayuda a controlar mejor la respiración y esos son aspectos positivos”.
Según Olmos: “El beneficio no está tanto vinculado a la práctica en sí de tai chi, sino a la actividad física y motora como beneficiosa para pacientes con actividad de Parkinson. Hallazgos que ya fueron publicados en estudios realizados desde el año 2012 en adelante, demuestran que el ejercicio, el entrenamiento motor y la rehabilitación mejoran las capacidades físicas y reducen las necesidades de medicación en pacientes con enfermedad de Parkinson”.
Y destacó: “En conclusión, la recomendación para los pacientes con Parkinson es la realización de ejercicio y entrenamiento motor, independientemente de la técnica que se utilice”.
Con información de Infobae.