CIUDAD DE MÉXICO.-Designado formalmente como Jefe de la Oficina de la Presidencia, pero concebido en los hechos como un enlace directo entre el Mandatario Andrés Manuel López Obrador y el sector privado, Alfonso Romo enfrentó resistencias internas, críticas y desencuentros en el proyecto de la 4T.
Su salida de la Administración, luego de dos años en el cargo, se registra tras de diversos desacuerdos, entre los que destaca uno reciente sobre la estrategia económica aplicada durante la pandemia por Covid-19.
Como coordinador del Proyecto de Nación 2018-2024 de López Obrador, Romo tuvo su primer choque con integrantes de la Cuarta Transformación por la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
Fuentes del sector financiero revelaron que, el 3 de octubre de 2018, durante un foro de Grupo Santander, Romo consideró que la obra se realizaría a pesar de la consulta ciudadana promovida por López Obrador.
Posteriormente, el regiomontano criticó la decisión de cancelar la terminal aérea iniciada en el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
En marzo de 2019, durante la asamblea de socios de la American Chamber en México –tras pasar por un nuevo escándalo por la intención de morenistas de regular las comisiones bancarias–, Romo reconoció abiertamente que fue una equivocación.
En mayo de ese año, el funcionario aceptó que la decisión fue costosa, ya que había generado un castigo del sector empresarial.
«La decisión del aeropuerto costo mucho y dolió mucho. Me dolió que habíamos logrado mucha confianza y que este evento nos iba a castigar», expresó.
Choque con Bartlett
En junio y julio de 2019, cuando el Gobierno instaló una mesa de diálogo para renegociar los contratos de gasoductos con firmas nacionales y extranjeras, Romo expresó, en privado, su preocupación por la estrategia del director de la CFE, Manuel Bartlett.
Romo se mostró escéptico ante la intención de pelear la devolución de recursos o modificar las condiciones de los contratos, luego de que el tema fue llevado por la CFE a un arbitraje internacional.
En agosto de ese año, se anunció un acuerdo con tres empresas que generarían un ahorro de 4 mil 500 millones de pesos al Gobierno.
En diciembre de 2018, cuando se anunció la cancelación de dos rondas petroleras, Romo expresó su confianza en que estos instrumentos se podrían reactivar para permitir inversión sector privada en el sector.
En marzo de 2029, anunció que las rondas podrían ‘revivir’ en seis meses, pero tres meses después, los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Mexicano de Negocios reclamaron en Palacio Nacional la cancelación de las rondas programadas para octubre.
Las posturas encontradas de Romo con el propio López Obrador, afloraron el pasado 19 de noviembre, durante reuniones en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas y en la Universidad Panamericana.
«Podemos cambiar las reglas del juego que sean necesarias, pero una vez cambiadas, estas deben de permanecer y ser transparentes», expresó en el primer foro.