Aparecen frecuentemente en áreas donde hay mayor roce, como los laterales de los suéteres o las mangas
Uno de los problemas más comunes en el día a día con nuestra ropa es la aparición de pequeñas bolitas en las prendas. Estas bolitas, técnicamente conocidas como ‘pilling’, pueden ser un verdadero dolor de cabeza para quienes buscan mantener sus prendas en perfecto estado. Pero, ¿por qué aparecen y cómo podemos prevenirlas?
Esto ocurre cuando fibras sueltas en la tela se enredan y forman pequeñas bolitas. Aparecen frecuentemente en áreas donde hay mayor roce, como los laterales de los suéteres o las mangas. Pero, ¿qué propicia este enredo de fibras? La calidad del tejido es un factor crucial. Telas con fibras cortas, como algunas lanas y sintéticos, son más susceptibles a formar bolitas. Por otro lado, el tratamiento que recibe la ropa durante su uso y lavado también influye significativamente.
¿Cómo evitar las bolitas en la ropa?
Para evitar el “pilling”, es esencial adoptar prácticas de cuidado adecuadas. Al comprar, optar por tejidos de mayor calidad y fibras largas puede reducir las posibilidades de aparición de bolitas. La forma en que lavamos la ropa también juega un papel importante. Lavar las prendas al revés, utilizar ciclos suaves y evitar la secadora son medidas efectivas. Además, el uso de bolsas de malla durante el lavado protege las prendas de roces excesivos.
Si las bolitas ya han aparecido, no todo está perdido. Herramientas como rasuradoras de tela y rodillos especiales pueden ayudar a eliminarlas cuidadosamente sin dañar la ropa. Asimismo, el uso de peines específicos para tejidos puede ser una solución sencilla y eficaz.
¿Por qué es importante cuidar la ropa?
Cuidar nuestra ropa es importante y sustentable por varias razones. Primero, extiende la vida útil de las prendas, reduciendo la necesidad de comprar nuevas. Esto disminuye la demanda de recursos naturales y energía, necesarios para la fabricación de ropa nueva, y reduce el impacto ambiental asociado con la producción textil, como el uso de agua y la emisión de gases de efecto invernadero. Además, al cuidar la ropa, se genera menos desperdicio, ya que menos prendas terminan en vertederos.