Por Lilia de la Fuente.
“ACUNAME ENTRE TUS BRAZOS”
Cuando el llanto de mis hijos
oí por primera vez…
fue, al salir de mis entrañas
que irrumpieron mi vahides.
Y sacudí mi cabeza
para salir del letargo…
y sentí sus cuerpecitos
húmedos titiritando.
¡Cúbreme Mamá! escuché,
¡Acúname entre tus brazos!…
¡Tengo frío! Y me da miedo
este mundo aciago y craso.
Los abracé intensamente
al salir de mis entrañas…
siempre agradeciendo a Dios…
porque los amo y me aman.
Desde entonces, he pedido
al Creador por mis pequeños;
y le suplico me ayude,
a que sean, nobles y buenos.
Ya no los puedo arrullar
en mis brazos como antaño,
pero sí en mis oraciones,
pido a Dios, ¡Porque los amo! Lilia de la Fuente