Nació sin poder ver la luz, pero ella reconoce esta bella época a través de las esferas que acaricia o los villancicos que escucha
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Es invidente de nacimiento, pero Yolanda tiene capacidad para disfrutar a su manera la magia de la Navidad, acaricia esferas, foquitos y el arbolito mientras escucha villancicos y canciones típicas de esta temporada. Es madre de un adolescente de 15 años, con quien anualmente disfruta la cena de Nochebuena en su casa de Colinas de Santiago.
Por obvias razones, no conoce imágenes de Santa Claus, pero Yolanda Daniela González Garza, trata de imaginarlo porque la Navidad y la luz las lleva en el corazón. Le han ayudado a escoger los regalos que el 25 de diciembre entregará a su hijo el cual procreó con otro invidente, pero el adolescente no tiene la discapacidad.
Yolanda Daniela, diariamente se instala en una diminuta silla en calle Hidalgo frente a la plaza Principal ofreciendo en venta barras de chocolate que exhibe en una caja de cartón a la vista de transeúntes. Cree en Dios, raza, ruega por su hijo que le ayuda en algunas actividades de casa, incluso en la elaboración de la cena navideña.
“Sí disfruto la Navidad como cualquier otra persona, me gustaría saber cómo son las luces, cómo son las cosas, pero las percibo con el tacto, ser invidente no impide que participe en las fiestas navideñas”, añade Yolanda Daniela. –En la medida de las posibilidades económicas porque solamente percibe una pensión del Bienestar de 2 mil pesos bimestrales, además vive en casa rentada.
Le gusta participar en rosarios y fiestas navideñas, y no obstante que es invidente, percibe sensaciones por lo que se contagia del espíritu decembrino con su hijo único preparatoriano, al que proyecta obsequiarle algo de ropa. “Sí disfruto la Navidad como cualquier otra persona, me gustaría saber cómo son las luces, cómo son las cosas, pero las percibo con el tacto”, afirmó Yolanda Daniela.