No se degrada, no se deprecia, no se destruye por el uso, ni requiere ser colocado en un envoltorio con un moño brillante, la psicóloga Karla Zacarías sugiere obsequiar un compromiso con los seres queridos; amor, tiempo y valores
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
En temporada navideña el público rastrea intensamente los mejores precios y marcas de pantallas, teléfonos celulares, consolas, tabletas, y múltiples artículos costosos, sin embargo, la psicóloga Karla Zacarías orienta a descubrir el mejor regalo que no está a la venta en aparadores, tampoco infla el estado de cuenta de tarjetas de crédito, ni vacía las billeteras.
En tiempos actuales en que aceleradamente se extinguen las ilusiones infantiles como la espera de Santa Claus ingresando por la chimenea a medianoche, la sana algarabía donde hasta hay nostalgia del intenso frío de Nochebuena, y los villancicos, aún se puede rescatar el verdadero regalo de la Navidad.
Ese regalo no se degrada, no se deprecia, no se destruye por el uso, ni requiere ser colocado en un envoltorio con un moño brillante, la psicóloga Karla Zacarías sugiere obsequiar un compromiso con los seres queridos; amor, tiempo y valores que es el verdadero significado de la Navidad, además advierte de perjuicios entre la población infantil por el uso inmoderado de tabletas y celulares.
Actualmente, lamentó la estudiosa de la conducta humana, “muchos padres regalan en Navidad a sus hijos una consola de juegos electrónicos, computadoras, tabletas, celulares, pero lo ideal es regalar un compromiso, amor, tiempo, paz, y valores”.
Se trata de evitar el derroche innecesario, sino atesorar al seno del hogar y ante el prójimo los valores, y en los hijos la dedicación del tiempo, antes que pensar en un obsequio electrónico que causa afectación en los niños intelectual y físicamente.
La licenciada Zacarías, describe que el día 25 de diciembre ya no tiene el sentido de la Navidad porque lo único que se escucha a las 9:00 horas es música ruidosa, niños desvelados, padres ebrios, además que los regalos costosos no es Navidad.
Llega el mes de enero, ¿y qué vemos?, cuestiona la psicóloga Karla Zacarías, “que esos regalos caros adquiridos en Navidad terminan en las vitrinas de las casas de empeño como bicicletas, juguetes electrónicos, pantallas, celulares, bocinas, también padres que castigan a sus hijos retirándoles el regalo ocasionándoles traumas”.
POCOS CREEN EN SANTA
Antes los niños se desvelaban viendo por la ventana en espera que pasara el trineo de Santa Claus, echando a volar la imaginación, y al amanecer abrían los regalos, ahora se cuestiona la existencia del viejo gordo, barbado, con un enorme saco cargado de obsequios, casi todos de plano ya no creen en esto desde temprana edad.
Mientras no haya padres que fomenten ilusiones, los niños crecerán sin fe, sin imaginación, ya no creen en Santa Claus porque desde hace tiempo los adultos ya no tienen fe, los anuncios comerciales ahora en sitios electrónicos más que en televisión generan la esperanza de recibir algún regalo, también los amigos y familiares ejercen presión al preguntar por los obsequios.
Muchos añoran la nostalgia de cuando los regalos infantiles eran de madera como trompos y baleros en el caso de los niños, y muñecas en las niñas, además de balones y pelotas que desde la mañana del 25 de diciembre presumían en la calle ante sus vecinos, pero ahora ellos piden dispositivos electrónicos.
REGALOS DAÑINOS
La psicóloga señala que con el cerebro se obtiene aprendizaje y lenguaje, pero que actualmente con el dispositivo electrónico en niños, hay áreas no estimuladas como gatear, probar las cosas, y morder que es parte del desarrollo, se desatiende el tacto, gusto, y olfato.
La licenciada Karla Zacarías advierte que la hiperactividad con las tabletas y celulares estimula el sistema nervioso central en los niños a consecuencia a muchas horas dedicadas en el dispositivo, lo que genera que el cerebro esté alerta todo el tiempo, propiciando además déficit de atención, problemas de aprendizaje, y escasa sociabilidad.
Además, alerta, “los niños al permanecer ante el celular o Tablet, enfrenta pese a su corta edad, estimulación sexual por el contenido en las páginas y sitios, se perdió la esencia de la Navidad que no era dar regalos”.
San Nicolás, explica, “era un niño huérfano, pero con dinero, pero cuando crece se dedicó a obsequiar regalos a huérfanos, pero todo se fue distorsionando por la mercadotecnia, en relación con los Reyes Magos, nadie sabe actualmente por qué la estrella de Belén, los verdaderos regalos son paz y amor, pero todo está alejado de esto”.
REGALAR ES FORTALECER VÍNCULOS
“Regalar es fortalecer vínculos, porque la intención puede ser simbólico, insignificante como una flor, chocolate, es mejor regalar un compromiso, tiempo, regalar valores, que es el verdadero significado de la Navidad”, subraya la licenciada Zacarías en víspera de Navidad cuando el mundo cristiano celebra el natalicio del redentor Jesucristo. En la inmensa mayoría de los casos, en la cena de Nochebuena los comensales olvidan el motivo de la celebración y al cumpleañero.
“Las compras navideñas con regalos caros, en la cena navideña todos hablan en ese momento, conversan, pero nadie pone atención en la expresión de niños por estar ocupados con fotos y videos que luego desaparecen al saturarse la memoria del dispositivo, lo mejor es almacenas los recuerdos en la memoria de la persona, y no del dispositivo electrónico”, comenta la analista.
La psicóloga Zacarías establece que se trata de promover valores como la estima y estrechar el vínculo familiar, especialmente entre adultos y los niños, expresa ella su desacuerdo en que se hayan desvirtuado los valores porque actualmente los regalos han escalado al mayor protagonismo.
Impulsa ella la convocatoria para que la Navidad sea el momento idóneo y oportuno de que los niños estén más tiempo con sus padres y hermanos, en un cuadro de amor, armonía, convivencia, y eso no tiene precio.