Desde las primeras horas de este martes, el tiempo de espera para cruzar hacia Eagle Pass fue de 12 a 15 horas, al concentrarse el personal de migración a la atención de las caravanas migrantes
Gloria Jaramillo
LA PRENSA
La desaforada ola migratoria que se concentra en la frontera con Eagle Pass provocó escaló a nivel de contingencia, con filas para cruzar de 12 horas, al quedar restringidos a su mínima expresión los cruces desde Piedras Negras, al reducirse a un solo carril el paso de conductores por el Puente Internacional 2, el único en funciones, ya que el puente internacional 1 permanece cerrado en su totalidad desde finales de noviembre.
Mientras por la carretera 57, de Monclova a Piedras Negras se observa la intermitente caravana humana, formada por personas sobre todo de Venezuela -muchos con la familia entera- el caos hace crisis en Piedras Negras, donde la ruta que lleva al puente internacional se encuentra congestionada.
Para compartir información acerca del movimiento en los puentes, se crearon páginas en Facebook llamadas filas Piedras Negras-Eagle Pass, donde los usuarios se van orientando acerca del flujo y las esperas.
Cientos de conductores procedentes de diferentes estados del país, optaron por trasladarse a la frontera entre Acuña y Del Río, pero se encontraron con un escenario parecido, pues el paso hacia Estados Unidos se concentró en este punto, con esperas de al menos 6 horas.
La medida que adoptaron autoridades estadounidenses desde las primeras horas de este lunes, provocó reacciones encontradas entre los conductores que pretendían cruzar hacia el otro lado, muchos de ellos externaron molestia por la incontenible oleada de migrantes, que propiciaron que los agentes asignados a las casetas aduanales fueran concentrados en los centros de procesamiento, donde son recibidos los centro y sudamericanos.
Con esta medida, solamente permaneció abierta una caseta en la frontera entre Piedras Negras e Eagle Pass.
Este es el escenario que parece esperar a los paisanos, de regreso hacia territorio de Estados Unidos, ya que la migración desde otros países, lejos de parar, parece fortalecerse cada día.
Lo más parecido a lo que ahora se vive en los cruces fronterizos es la época de la pandemia por Covid, en que durante dos años no hubo paso hacia Estados Unidos, por ninguna de las fronteras.