Esposa de obrero de AHMSA pide apoyo a la comunidad para costear sus viajes a Monterrey, donde ahora es tratada de lupus, prediabetes, sin contar la depresión
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Una complicada situación de salud, emocional y económica es la que enfrenta Mayra Alejandra Pineda Chaires, esposa de un obrero sindicalizado de Altos Hornos de México quien recibió un trasplante de corazón en el 2019, el cual desató una serie de enfermedades que requieren atención constante y de especialistas.
La joven madre de familia de 35 años de edad, habitante del sector oriente de la ciudad expuso que, lamentablemente después del trasplante de corazón los médicos le detectaron lupus, tiroides y prediabetes.
Detalló que, el problema en su corazón fue detectado cuando dio a luz a su tercer hijo en una clínica particular, pero los médicos no le informaron y a los pocos meses tuvo complicaciones que la llevaron al borde la muerte.
Fue en el mes de febrero del 2019 que dio a luz a su hijo y en el mes de agosto no le daban esperanzas de seguir viviendo, pero tenía una opción de enlistarse en espera de un trasplante de corazón y para noviembre del mismo año le llegó su turno para recibir el trasplante.
Mayra Alejandra, dio a conocer que lo poco que se le informó de su donante es que era un joven de 36 años de edad, motociclista quien tenía muerte cerebral por un accidente vial, originario de Puebla.
“Imaginé que después del trasplante todo eso terminaría, nunca imaginé que iniciaría el calvario, pues mi organismo presentó rechazo y se derivaron otras enfermedades”.
Señaló que, cuando se le realizó la cirugía económicamente se encontraban en una estabilidad ya que esposo es obrero de AHMSA y afortunadamente las prestaciones y pagos de nóminas les permitía costear los gastos para atención médica.
Sin embargo, indicó que ante la problemática de la empresa acerera la situación ha sido difícil, debido a que cada quince días se le da envió a Monterrey Nuevo León para ser atendida por especialistas y en algunas de las ocasiones el IMSS no cubre los gastos de traslado para el acompañante y es necesario acuda siempre acompañada de un familiar.
Manifestó que, con esfuerzo ella ha realizado actividades, venta de repostería y ropa de segunda para ayudar con los gastos que conlleva el traslado y su esposo consiguió trabajo temporal en un taller mecánico.
Señaló que, en cada viaje que hacen a Monterrey es un gasto de alrededor de 800 pesos cada quince días y ha sido difícil recaudar el recurso para solventar los gastos.
La angustiada madre de familia expresó su deseo de seguir viviendo para ver crecer a sus hijos y manifestó que eso lo hace romper ese miedo y vergüenza para pedir la colaboración de la ciudadanía que la apoyen en sus actividades, comprando productos que tiene en venta o bien realizando una aportación voluntaria.