En la búsqueda constante de la buena fortuna, muchas personas recurren a diversas prácticas y creencias para alejar la mala suerte de sus vidas.
Desde tiempos ancestrales, se han identificado objetos y símbolos que se asocian con energías negativas, capaces de perturbar el equilibrio del hogar y la vida de quienes los poseen.
Cuáles son los 6 objetos que hay que eliminar de tu hogar para recuperar la buena fortuna
Espejos rotos
Los espejos rotos reflejan también potenciales malas energías. Según Feng Shui, conservar un espejo dañado puede convertirse en un imán para desdichas y conflictos en el hogar.
Este antiguo arte chino advierte sobre los peligros de mantener estos objetos fracturados en nuestros espacios, instando a deshacernos de ellos para asegurar un flujo positivo de energía en el hogar.
Plantas con espinas
En el jardín del Feng Shui, como los cactus, no solo pinchan, sino que también acumulan negatividad. Este tipo de plantas tienen potencial para desencadenar tensiones y problemas económicos en el hogar.
Según esta práctica ancestral, el cuidado selectivo de nuestras plantas puede influir significativamente en la armonía y la prosperidad dentro del hogar.
Relojes parados
Los relojes que no funcionan correctamente actúan como una especie de agujero negro de vitalidad, absorbiendo la esencia misma del ambiente y creando un estancamiento energético que puede afectar el bienestar general.
Tirar fotos tristes o que sean violentas
Esto es más que una sugerencia estética, según las creencias del Feng Shui, estas imágenes pueden infundir negatividad en el espacio vital, afectando directamente el ánimo de quienes lo habitan y generando un ambiente cargado de desdicha.
Adornos deteriorados
Los adornos lejos de evocar recuerdos felices, pueden simbolizar energías que se quedaron frenadas o negativas en el hogar, actuando como anclas que impiden el flujo de prosperidad y bienestar.
Espadas y cuchillos
Estos elementos son portadores de energía cortante.
Esta energía agresiva puede generar conflictos y tensiones innecesarias en el hogar, creando un ambiente menos armonioso y propenso a disputas.